Puente de Génave, 80 años de historia. (I parte)

CON ORGULLO, 80 AÑOS    (Primera parte)

No resulta nada difícil encontrar en nuestro pueblo gente, evidentemente mayor, que conserva en su documento nacional de identidad un epígrafe que viene a determinar que nuestra historia como pueblo con identidad administrativa propia es muy reciente. Me estoy refiriendo a ese dato que nos precisa el lugar de nacimiento, que en estas personas mayores se mantiene invariable, seguramente a su pesar, indicando que son de La Puerta de Segura. Y es que todas aquellas personas de Puente de Génave mayores a 80 años no pueden evitar tener en su DNI esa información, que ahora nos parece hasta curiosa, pero que constata que somos un pueblo históricamente joven a nivel administrativo, no así en otros  aspectos ya que la historia de la gente que ha habitado este lugar se remonta al tiempo de las primeras comunidades paleolíticas que ocuparon las orillas de río, como lo atestiguan los restos encontrados en el Cerro el Migallejo o el Mizarreje y en el Llano de Moya. De la Edad del Bronce se han localizado varios asentamientos situados en cerros de fácil defensa: Cerro de las dos Hermanas, La Cabecilla, Cuerda de Lucas, Guru, etc…

Sí, somos pueblo desde el 1 de Enero de 1933, tenemos apenas 80 años de identidad administrativa, pero somos pueblo con identidad propia desde mucho tiempo antes, no con la fisonomía actual de núcleo urbano, puesto que la población se aglutinó a lo largo del tiempo en torno al Puente Viejo, construcción romana perteneciente a la vía de comunicación entre Cástulo (cerca de Linares) y Cartagena,  que se inició con las relaciones entre los comerciantes griegos asentados en la costa mediterránea y los habitantes de la Oretania a la que pertenecían estas tierras durante la época Íbera. Después la aprovecharían también cartagineses por lo que esta vía es conocida, históricamente, como el Camino de Aníbal.

Durante mucho tiempo la ocupación del lugar no tuvo una estructuración clara, siendo poco constatada durante la época romana, aunque los descubrimientos de restos de villas romanas en nuestro entorno hacen entrever el interés de estas tierras para la explotación agrícola desde la antigüedad. Después la dominación musulmana dejó su huella, en el ámbito defensivo en la fortaleza de Las Torres, en Peñolite, datada en la época almohade a finales del  S. XII. Después de la Batalla de las Navas de Tolosa, el rey Alfonso VIII dona todas estas tierras a la Orden de Santiago. La población se fue asentando y estructurando a lo largo del tiempo en diversas cortijadas y pequeñas aldeas cercanas al río, como Pedro Nares, Las Ánimas, La Mina y también un grupo de viviendas situadas junto al molino cercano al ya nombrado Puente Viejo. Según Domingo Henares, de ese último núcleo procede el origen del nombre de nuestro pueblo, ya que nuestros antepasados le otorgaron el nombre de Puente de los de Génave, al tener que cruzarlo los habitantes de este pueblo vecino en su camino para realizar la labor de molienda de sus cosechas, y de ahí la derivación etimológica que ha dado origen a nuestro topónimo, Puente de Génave.

Pero este núcleo poblacional no dejaba de ser un reducto perteneciente a la Encomienda de la Orden de Santiago, o lo que es lo mismo, perteneciente al término de Segura de la Sierra. Será en 1833 cuando se produjo la reestructuración provincial que marca la delimitación actual de las provincias en España, por la que las tierras de la comarca de la Sierra de Segura dejaron de pertenecer al Reino de Murcia para incorporarse definitivamente a la provincia de Jaén. Será en ese mismo año cuando se segregó La Puerta de Segura del municipio de Segura de la Sierra, por lo que los puenteños pasamos  a depender administrativamente del ayuntamiento de La Puerta de Segura.

Sería exagerado pensar que en ese momento los que habitaban este lugar que hoy llamamos Puente de Génave, tenían conciencia de pertenecer a un mismo pueblo ya que su población permanecía aún bastante dispersa; pero el hecho de la mejora en las comunicaciones que proporcionó la construcción del Puente Nuevo en el año 1889, al quedar incluido en el  proyecto de ejecución de la carretera que se redactó en 1859, facilitando así el asentamiento de nueva población, lo que provocó que esas aldeas se aglutinaran en un único casco urbano durante los últimos años del S. XIX, creando ya esa conciencia de población, como lo demuestra la necesidad de tener parroquia propia, iniciándose la construcción de la iglesia parroquial que se inauguró en el año 1893, adquiriendo así estructura poblacional diferenciada de otros pueblos del entorno próximo.

Continuará................ 

José Antonio Molina Real.