viernes, 22 de noviembre de 2013

VÍA VERDE DEL SEGURA

Vía Verde del Segura, una oportunidad para el desarrollo de Puente de Génave. 


Es muy posible que los más jóvenes desconozcan que un día el tren pudo llegar a Puente de Génave. Si, efectivamente, para todos aquellos que se pregunten que es ese edificio que está prácticamente en ruinas, junto a la Venta San José, en la carretera N-322 dirección a Albacete, les diré que se trata de la estación de ferrocarril de Puente de Génave o, mejor dicho, la que hubiera sido nuestra estación de tren. Lamentablemente todo quedó en un proyecto que no se llegó a terminar y que ha ido dejando estaciones, plataformas, explanaciones, puentes y túneles que se han ido deteriorando con el paso del tiempo desde Albacete hasta Baeza.

Pero no vamos a hablar en este artículo del pasado de esa emblemática obra que hubiera dado más posibilidades al desarrollo económico de nuestro pueblo y de nuestra comarca de Segura; eso será materia de estudio en otra ocasión en este blog. Ahora nos vamos a centrar en el futuro de esa infraestructura que quedó abandonada y olvidada, y aunque difícilmente se podrá recuperar muchos edificios que se construyeron en el trazado, si se podrá rehabilitar la explanación, puentes y túneles para crear otra estructura que puede dinamizar turísticamente nuestro pueblo y nuestra comarca, una vía verde.
Efectivamente, hace unos días comenzaron las obras de este nuevo proyecto que atravesará por la antigua plataforma del ferrocarril nuestro pueblo y nuestra comarca. La Vía Verde del Segura está empezando a ser una realidad gracias al esfuerzo de las autoridades municipales y provinciales, pues han creído en las posibilidades económicas que este proyecto puede llegar a generar, y fruto de ese esfuerzo ha sido la dotación presupuestaria de casi un millón de euros realizada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

El proyecto técnico elaborado por la Diputación de Jaén, siguiendo el ya redactado por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles dentro del Programa de Caminos Naturales del ya mencionado Ministerio, cuenta con la cesión de terrenos por parte de ADIF y contempla la realización de las obras en dos tramos. El primero en ejecutarse, de casi 18 km., unirá el límite de la provincia de Albacete en el término de Villarrodrigo con la estación de Puente de Génave, y un segundo tramo desde esta estación hasta Arroyo del Ojanco con un recorrido total de 10 km.
La intención es unir, sobrepasando el límite provincial con Albacete, con la Vía Verde de la Sierra de Alcaraz en su tramo, ahora en fase de redacción de proyecto, entre Bienservida y Alcaraz, para enlazar con la ya construida de Alcaraz-Albacete, de más de 75km., y siempre siguiendo la plataforma del ferrocarril que jamás llegó a entrar en servicio entre Baeza y Utiel. Es decir, bajo esta fórmula de desarrollo medioambiental se uniría Albacete y Arroyo del Ojanco, en un recorrido global de casi 150 km de vía verde.

Pero el objetivo de la Diputación de Jaén, que ha destinado un total de 120000 € al desarrollo de este proyecto que contempla la construcción de la Vía Verde del Segura, que pasará por nuestro pueblo, y la Vía Verde de Espeluy-Linares, es enlazar estos nuevos itinerarios con los trazados ya existentes de la Vía Verde del Guadalimar y la Vía Verde del Aceite, avanzando hacia la creación del Corredor Verde de Jaén, un itinerario de casi 300 km. que atravesará transversalmente la provincia conectando vías verdes, vías pecuarias y caminos rurales que irá desde el límite de la provincia de Albacete hasta el límite de la provincia con Córdoba.

 Este gran corredor verde de la provincia, que está incluido en el programa Activa Jaén promovido por la Junta de Andalucía y la Diputación de Jaén,  tendrá los siguientes tramos:
-Vía Verde del Aceite. 54,5 km. límite provincial de Córdoba-Jaén (en uso)
-Camino Natural de Jaén. 46 km. entre Jaén-Espeluy (en proyecto)
-Vía Verde Espeluy-Linares. 22 km. (en construcción)
-Vía Verde de Linares. 6 km. circunvalación de Linares (en uso)
-Vía Verde del Guadalimar. 22 km. entre Linares-Begijar (en uso)
-Camino Natural del Renacimiento. 91 km. entre Begijar-Arroyo del Ojanco (en proyecto)
-Vía Verde del Segura. 28 km. Arroyo del Ojanco-Límite provincial de Albacete-Vía Verde Sierra de Alcaraz (en construcción).

Los ciudadanos de nuestro pueblo, en aquellos años 60 del desarrollismo económico, vieron como se les escapaba el sueño del ferrocarril, tan sólo la serrería de RENFE en la Vicaría ofreció algo de empleo, aunque lo que quedó claro fue que con la pérdida de aquel sueño también se perdió cualquier posibilidad de desarrollo económico para nuestra comarca. Quedó como única solución la emigración, siendo nuestros padres y abuelos los que tuvieron, claro está, a regañadientes, que huir de la miseria y la falta de recursos que una tierra llena de olivas les ofrecía.

Ahora se presenta esta otra oportunidad y está claro que se trata de un proyecto muy ambicioso que está empezando a recoger sus primeras realidades, un proyecto del que se tiene que hacer, por parte de las autoridades locales, un seguimiento institucional exhaustivo y directo para evitar que se pueda repetir la historia vivida por nuestros mayores. Hoy en día el turismo rural y de contacto con el medio ambiente está en alza, son muchos los senderistas, cicloturistas o simplemente amantes de la naturaleza que tendrán a su disposición una completa estructura y con ello, siempre que se modernicen y adecuen las dotaciones turísticas y hosteleras de nuestro pueblo y comarca, se abre un nuevo tiempo que puede aportar progreso y desarrollo para Puente de Génave.

 ( jt )


lunes, 11 de noviembre de 2013

LAS OBRAS DE REMODELACIÓN EN LA PLAZA DE LA IGLESIA



Nos hacemos eco en el blog de un artículo publicado por el Alcalde Presidente del Ayuntamiento de Puente de Génave, D. David Avilés Pascual, en el número 1030 de la revista Nuevo Puente. En dicho artículo, además de ofrecernos una reseña histórica sobre su construcción, se nos da una explicación sobre la necesidad de actuación en la remodelación y modernización del entorno de la Plaza de la Iglesia. Una actuación que ha pretendido eliminar aquellos elementos deteriorados al tiempo que crear un espacio más grande, abierto y acogedor para el ciudadano, respetando las partes y estructuras más características y tradicionales de este peculiar espacio urbano de nuestro pueblo.


REMODELACIÓN DE LA PLAZA DE LA IGLESIA.

El aparejador D. Salvador Tous Santamaría diseñó la fuente y la plaza. También fueron obras suyas el edificio del Ayuntamiento, la Central o la tienda de Pepe Luna.

      En esta semana han quedado prácticamente finalizadas las obras de remodelación de La Plaza de la Iglesia. Con la intención de agrandar el espacio transitable de la plaza y de que sea más visible la fuente, elemento fundamental de la misma, se han eliminado tanto el seto como las adelfas, cuyas raíces la estaban deteriorando gravemente.

      Aunque en un principio sólo estaba prevista la mejora de las redes de agua alcantarillado así como la reposición de acerados, la rotura de la acometida del agua de la fuente, deterioró aún más el embaldosado de la zona central, lo que hizo inevitable su sustitución. Con la intención de agrandar el espacio transitable de la plaza y de que sea más visible la fuente, elemento fundamental de la misma, se han eliminado tanto el seto como las adelfas, cuyas raíces la estaban deteriorando gravemente.

      La plaza, tal y como la hemos conocido, con las baldosas rojas y blancas, data de comienzos de los años 70 del pasado Siglo. Pero antes, en 1953 se habían construido la fuente y los bancos y se había empedrado con cantos rodados procedentes del río, que es como se urbanizaban las calles en aquella época. Es esta la razón por la que hemos mantenido una pequeña muestra de su estado primitivo.

      Hay que señalar que el diseño de 1.953 corresponde al aparejador municipal de la época D. Salvador Tous Santamaría. El maestro albañil fue Celedonio Rivera y en ella trabajaron, entre otros, Tomás Gallego, Marcelo Gómez Tauste, Abraham y Ángel Lozano por entonces aprendices de la profesión. El color rojizo de los bancos y la fuente obedece a que el material empleado para su construcción fue arenisca procedente de piedras de salegón, la cual se frotaba incansablemente hasta conseguir la textura que tienen.


   Esta, probablemente, fue la última obra que nos dejó D. Salvador Tous, que por entonces ya había enfermado gravemente lo que le llevó a regresar a Sevilla con su familia, donde falleció al poco tiempo. A él debemos el diseño de la mayoría de los edificios públicos y privados durante una década. Su primera obra fue la Central Hidroeléctrica, a la que siguieron el Ayuntamiento y varias viviendas como la de Doña Asunción; la de las hermanas Elena y Gloria García Idáñez, frente a Unicaja; la de Loli González Hornos, junto al Ayuntamiento; la tienda de Pepe Luna; el Bar El Pintor y La Iglesia de Peñolite.

      En todos los casos se aprecia un cierto aire del Regionalismo Andaluz, estilo arquitectónico de moda en la época sobre todo en Sevilla, y cuyo máximo referente son los edificios de la Exposición Universal de 1.929, donde había trabajado nuestro aparejador, D. Salvador Tous, de quien en otra ocasión haremos una más amplia semblanza.

David Avilés Pascual
Alcalde de Puente de Génave

viernes, 1 de noviembre de 2013

NOCHE DE ÁNIMAS. NOCHE DE CANDELAS SOBRE ACEITE

Con la publicación de este artículo de nuestro paisano Pablo García González, quien durante muchos años ocupó cargos de responsabilidad en RTVE, se demuestra que aquellos que sienten vinculación con nuestro pueblo, tienen en el blog una ventana abierta para aportar toda una serie de vivencias y conocimientos que dan dimensión al desarrollo cultural y el mantenimiento de nuestras raíces. Está claro que en el blog nos congratulamos de esta aportación y animamos a que sean más las personas que lo utilicen como demostración de vinculación y arraigo a nuestro pueblo. En este caso, la colaboración de nuestro amigo Pablo, se centra en esa celebración que asoma a nuestras vidas cuando los primeros fríos hacen aparición y que está muy arraigada dentro de nuestras costumbres y tradiciones. Nos referimos a la celebración del día de Todos los Santos y el de los Fieles Difuntos. Nuestra tradición siempre ha tenido una alta consideración hacía estos días, pues son días de recuerdos y de sentimientos. No obstante hay que mencionar que no están exentas, estas celebraciones, de cierta superstición y misterio, especialmente por provocar una vinculación entre este mundo y el del más allá, lo cual queda representado de manera singular el día de las Ánimas.

NOCHE DE ÁNIMAS: CANDELAS SOBRE ACEITE, NARRACIONES Y LEYENDAS.

Por Pablo García González.

            La inescrutable separación entre la vida y la muerte quedaba rota la noche de Ánimas, la noche entre el uno y el dos de noviembre. Con las tinieblas era posible, momentáneamente, la comunicación entre los vivos y los espíritus de los difuntos. Y esa era una creencia aceptada, o temida, en una sociedad donde se mantuvo una colonia espiritista hasta que el franquismo acabó con cualquier doctrina heterodoxa.

          La celebración de las ánimas ha ido desapareciendo de sus últimos reductos en las sociedades rurales, al tiempo que arraigaba entre los niños y jóvenes de las modernas sociedades urbanas su equivalente anglosajona: halloween. La versión americana de lo que no es sino una arcaica tradición europea se va imponiendo convenientemente importada entre hamburguesas y coca colas. Todos los pueblos desde tiempos remotos han rendido culto a sus muertos. Los celtas que vivieron en el occidente europeo desde España a las Islas Británicas, pasando por Bretaña, celebraban su fin de año, que coincidía con el fin del verano y de la recolección, con una fiesta a finales de octubre. Los muertos estaban asociados a esa fiesta porque aquellas gentes creían que durante esa noche les era permitido volver a sus antiguas casas. Pero los celtas también creían que espíritus malignos, fantasmas y otros monstruos, aprovechaban las tinieblas para aterrorizar a los hombres; para aplacarlos, encendían hogueras, y para camuflarse y pasar desapercibidos se disfrazaban, pintaban su rostro o se cubrían con máscaras tan terroríficas como el semblante que imaginaban en aquellos espíritus bestiales.

            El emperador romano Constantino declaró al cristianismo religión oficial del Imperio en el siglo tercero y dictó leyes que obligaban a convertirse bajo pena de muerte. Los papas y los obispos tuvieron siempre claro que era mejor apropiarse de las costumbres de los paganos y cristianizarlas, que prohibirlas, así que los panteones o templos dedicados a todos los dioses fueron consagrados a todos los santos cristianos y en el siglo VIII, la fiesta de todos los santos se situó en el día uno de noviembre. En el siglo X, San Odilón, abad de Cluny, añadió la celebración del dos de noviembre para conmemorar a los difuntos, muy probablemente, porque en muchos lugares se mantenían los antiguos ritos de los muertos: así que ya tenemos mezclados los antiguos ritos con las nuevas ceremonias. Las viejas creencias con los renovados credos. Las gentes siguieron visitando los lugares de enterramiento de sus muertos y en muchos lugares mantuvieron las creencias de la noche de ánimas, cuando los espíritus de los antepasados vuelven a sus parroquias y a sus casas.

            En muchos pueblos de España, todavía en los años cincuenta del siglo pasado, doblaban las campanas durante toda la noche de difuntos y en los hogares se encendían candelas en recuerdo y ayuda de las almas de los fallecidos. Recuerdo que en casa de mis abuelos se contaban historias en torno al fuego que evidenciaban la facilidad con que los difuntos nos visitaban en circunstancias establecidas por el más allá. Entre los más viejos de los presentes siempre había alguien que refería alguna experiencia propia, o se daban nombres de personas que habían protagonizado encuentros casi siempre benévolos con los muertos. Mientras, los irlandeses llevaban a EEUU la parte más festiva de los viejos ritos, las lámparas, las luces, las salidas nocturnas y la juerga que el Imperio ha devuelto a nuestros adolescentes como otro producto de consumo, mientras nosotros, abandonado el viejo ritual, celebramos el puente, la playa y los atascos.