viernes, 26 de octubre de 2018

CUANDO LA MÚSICA YE-YE LLEGÓ A LA SIERRA DE SEGURA


LOS ÁNGELES AZULES...... SU HISTORIA.

Por José Antonio Molina Real

       En el año 1965, en plena revolución musical, iniciada principalmente por grupos míticos como Los Beatles o Los Rolling, en España aparecen diversos grupos como Los Brincos, Los Bravos, Pekeniques, Relámpagos etc… que secundan esta dinámica musical e introducen en nuestro país la música electrónica que popularmente se denominará moderna.
Como consecuencia de esta revolución cultural-musical que marcó una época, y gracias a medios como el NO-DO, la radio o la televisión; esta fiebre musical también llega a Puente de Génave y más concretamente cala en diversos e inquietos jóvenes, en especial Isidro García, un niño de 14 años, sin medios económicos, pero con la ilusión por bandera, que por aquellos tiempos tocaba el laúd en una rondalla. Lleno de ilusión y entusiasmo decide formar un grupo musical, de los que en aquel entonces se llamaba músico-vocal.
Primeros integrantes del grupo Los Rayos.
            La tarea no fue nada fácil y fueron muchos los amigos y jovenzuelos que, tras dar su conformidad, después aparecían con muchas excusas. Finalmente logró contagiar su entusiasmo a Rufino Flores quien aceptó a condición de encargarse de la batería, Clemente Santoyo al que le apasionaba guitarra rítmica y otro que también accedió fue el añorado y querido por todos Ángel Díaz como guitarra bajo. Los tres junto, claro está, a Isidro García como guitarra solista y finalmente cantante, se hicieron llamar Los Rayos.
En un primer momento la ilusión y el entusiasmo podían claramente a la falta de medios e instrumentos pues empezaron a ensayar sin guitarras eléctricas. Los costoso del material era un claro impedimento que se pudo subsanar con requerimientos a familiares y amigos, posibilitando que, tras múltiples calamidades y algún que otro milagro, lograran comprar instrumentos en Valencia y Granada que, aunque no eran los mejores del mercado, daban perfecta satisfacción a las necesidades iniciales facilitando enormemente los ensayos ya que ofrecían múltiples posibilidades en cuanto a melodía y acústica, propiciando que surgiera la idea de cambiar el nombre del grupo por el de Los Penikes.
Actuación del grupo Los Penikes
Así empezaron los maratonianos ensayos en la carpintería de Julián Flores, ensayos que a decir verdad, no salían del todo mal adaptando y versionando éxitos del rock anglosajón. Pero al parecer su música no iba a ser del gusto de todos los vecinos, quienes apreciaban más la tranquilidad que escuchar los últimos éxitos interpretados por aquellos jóvenes que ellos llamaban despectivamente “modernos” y evidentemente alguna que otra queja tuvieron al respecto.
Es de destacar aquel día que se presentó en la carpintería la Guardia Civil con la intención de requisar todos los instrumentos, que con alguna dificultad y no sin la preocupación lógica entre los integrantes del grupo, introdujeron en el vetusto Land Rover. Evidentemente los integrantes del grupo pensaron que lo que para ellos era música para los vecinos debería ser simplemente ruido, y ante la oportuna denuncia, debían de presentarse ante el sargento que era el Comandante del Puesto de la Guardia Civil en el cuartel de Puente de Génave. Al día siguiente, y ya en el cuartelillo, el Sargento quiso comprobar en primera persona los efectos que producía nuestra música y, como resulta que era 12 de Octubre, día del Pilar y festividad de la Benemérita, por lo que ordenó que se ubicara un lugar preferente en el patio del cuartel y que tocaran para amenizar la estancia de las autoridades que ese día lo visitaban, por lo que debemos deducir que mal no resultaría “la prueba pericial”, incluso fueron invitados al pertinente ágape que se servía a los invitados, y de esa curiosa forma, entre cervezas y el miedo de enfrentarse por primera vez a un público, se produjo la primera actuación del nuevo grupo musical.
Verbena amenizada por Los Ángeles Azules
Lo cierto es que se dejó un buen sabor de boca y a continuación vinieron nuevas actuaciones. La primera verbena fue en El Tamaral con motivo de sus fiestas patronales en honor a Santa Teresa. Allí ya había escenario y hasta luces de colores, pero lo que comenzó con muchas ganas e intención de impresionar a los asistentes una actuación que fue recibida con mucho entusiasmo y eso se notó en la pista de baile durante los dos primeros temas interpretados, que eran exclusivamente instrumentales. El tercer tema era ya cantado y debía de ser Ángel su interprete, así lo habían ensayado, pero los nervios le atenazaron repentinamente y su estado de nervios fue in crescendo por lo que tuvo que ser el mismo Isidro el que, sin tener muy claros los acordes, salió del paso con una interpretación que no quedó del todo mal, naciendo de esa forma tan improvisada el futuro vocalista del grupo.
Ciertamente la primera actuación pública de animación de una verbena no quedó nada mal y la gente se divirtió al ritmo de sus modernas canciones, por lo que a ella siguieron otras diversas por toda la comarca. El boca a boca era la mejor de las campañas publicitarias y desde bodas, pasando por verbenas y todo tipo de eventos especialmente programados para fiestas patronales eran su principal mercado artístico, recibiendo unos ingresos que se destinaron a completar su equipo y a la adquisición de nuevos instrumentos, la calidad de las actuaciones mejoró ostensiblemente, por lo que se decidió romper con ese pasado de bisoñez cambiando el nombre al grupo, pasando a denominarse Los Ángeles Azules. A partir de este momento pasearon con orgullo por todos los pueblos de la Sierra su estupendo rótulo en el tambor de la batería que había confeccionado de forma más artística el primo de Isidro, Ventura el pintor.
Anuncio de actuación de Los Ángeles Azules en la Costa Brava
Se perfeccionaron ritmos, melodías y letras, con adaptaciones que resultaban bastante acertadas que incluso les llevó a presentarse en Baeza a un festival donde competían diversos grupos de la provincia, aunque el resultado mejor no recordarlo.
En el año 1969, se incorpora al grupo Antonio Alguacil, de La Puerta, para tocar el órgano o teclado y nuevamente hubo adquisición de nuevo instrumental y de modernización de equipo acústico, incluso utilizaban amplificadores que eran la envidia de otros grupos como Los Trinos, Blue Star, Los Calipso de Úbeda, con los que compartían eventos y verbenas en diferentes poblaciones de la Sierra de Segura y de toda la provincia, incluso en algunas poblaciones cercanas de Albacete o Ciudad Real.
Pero el verdadero espaldarazo a su trayectoria llegó a través de un hermano de Ángel, Guardia Civil destinado en Gerona, el cual había apalabrado con un empresario de la Costa Brava la posibilidad de que fueran a tocar en algunos hoteles durante la campaña turística. El reto era considerable pues tenían que abandonar sus obligaciones profesionales, amigos y familia para dedicarse íntegramente a la carrera musical. El reto no les amilanó, y aunque para algunos era la primera vez que salían de Jaén, lo afrontaron con verdadera profesionalidad, aunque no dejaba de ser en sí una verdadera aventura.
Actuación de Los Ángeles Azules 
La primera actuación llegó a los pocos días de estar instalados allí, concretamente en unos salones de un hotel de 5 estrellas en la Cala de Bagur, cerca de donde estaban instalados. Para la ocasión les habían confeccionado a medida un traje con chaleco acampanado claro y corbatas rojas, algo estrafalario y cursi, pero adecuado a la época, que servía para darles apariencia de mayor edad de la que tenían en realidad pues no sobrepasaban los 18 años en la mayoría. Las actuaciones se contaban por éxitos y era raro el día en el que tenían algo de libertad para poder disfrutar de su juventud y de sus locuras en esas playas plagadas de turistas y chicas guapas de otros países que rompían el molde tradicional de las chicas del pueblo, y ahora que el tiempo ha pasado, podemos decir que alguna que otra locura cometieron, todo propio de la juventud que atesoraban. Incluso llegaron a tener algunas fieles seguidoras, que no dudaban en desplazarse a Palafrugell, Playa d’Aro o Lloret de Mar. Curiosa fue la situación en la que tras comenzar una actuación, y en medio de la euforia que las canciones provocaban en un público predispuesto a la diversión, a lo que contribuía decididamente la carga de bebida y sangría correspondiente, hicieron subir al escenario a un grupo de chicas francesas, pero lo que no sabían es que llevaban la intención de llevarse un pequeño recuerdo de tal situación, entre bailoteos y en plena actuación una de ellas cogió la corbata de Isidro al tiempo que este le acercaba el micro para compartir el fácil estribillo de una canción. La sorpresa fue que cuando bajaron del escenario se negaba a devolverle la corbata roja, incluso hizo intención de retirarse del salón para poder conservarla, por lo que Isidro, que no podía perder tan preciado complemento de vestuario, no se cortó ni un pelo y, tras dejar suavemente su guitarra sobre el escenario, bajó del mismo para iniciar una curiosa persecución por los pasillos del hotel entre las risas de los asistentes, y hasta que no la recuperó no reiniciaron su actuación, siendo ese el comienzo de una buena amistad con aquel desinhibido grupo de turistas francesas con las que coincidimos en más de una ocasión, aunque ya nunca más invitaron a subir al escenario aunque si a compartir algo más que una copa. Cosas de juventud.
Integrantes de Los Ángeles Azules. Finales de los años 60
Hay que decir que adquirieron algo de fama por la zona costera gerundense, porque a decir verdad, solían animar mucho y bien al público. Pero todo acaba y con la llegada de septiembre la temporada turística se vino abajo y el regreso al pueblo era cosa cantada. La rutina de nuevo nos llevó a las ocupaciones cotidianas, dejando atrás las mieles del éxito vivido en ese verano, y tan sólo de vez en cuando alguna actuación rompía la monotonía y calmaba su inquietud musical. Fueron tiempos muy felices para el grupo, incluso se creó un pequeño grupo de seguidores que recorrían los diferentes pueblos para verlos actuar y la legión de jóvenes del pueblo que nos seguían, allá donde tocábamos y bailaban sus canciones con verdadero entusiasmo, haciendo fácil el éxito de público en cada una de sus actuaciones. No se puede decir que fueran un club de fans pero se le parecía mucho.
Pero todo se truncó de una forma involuntaria, provocado por el servicio militar obligatorio, y la llamada a filas en el año 1971 de Rufino, provocó la necesidad de buscar sustituto siendo Manolo Lucas de La Puerta el elegido, después fue Ángel el que ingresó en el ejército y se tuvo que recurrir a Mario, también de La Puerta, pero un año más tarde llamaron a filas a Isidro, alma mater del grupo, por lo que las dinámicas fueron mucho más complejas de realizar, desaparecieron las melenas y la historia de Los Ángeles Azules  y su aportación a la música concluyó “gracias” al servicio a la Patria en aquel año 1972.
Última actuación de Los Ángeles Azules. 1972
Después del servicio militar, y como el regreso fue escalonado, resultó muy complicada la tarea de coordinación que propiciara el reagrupamiento. Cada uno buscó nuevas perspectivas de vida y salidas profesionales al margen de la música, aunque Clemente continuó su vinculación al formar parte de la banda de música de Puente de Génave, siendo el único que asumió la música como actividad profesional Isidro, quien se trasladó a Madrid realizando estudios de piano en el conservatorio que sufragaba con pequeñas actuaciones utilizando los teclados en hoteles de lujo de la capital, hasta incorporarse a un grupo que realizaba actuaciones diarias en el Parque de Atracciones de Madrid llamado Neón, pero el nivel de ingresos era insuficiente por lo que obtuvo la licencia de detective privado, actividad que le obligó a dejar definitivamente la música en 1998.
Isidro García actuando como pianista en Madrid
A pesar de las dificultades lógicas que un grupo vocal-musical que nació en los años 60 en Puente de Génave, debemos reconocer que el papel de Los Ángeles Azules en el panorama musical de la comarca y de la provincia fue altamente destacado, quedando constancia en la memoria de muchos que bailaron con sus canciones un extraordinario recuerdo que les sitúa en un lugar destacado, no sólo de añoranza de aquellos tiempos, sino del panorama musical de Puente de Génave y de la Sierra de Segura del que debemos sentirnos altamente orgullosos.
Actuación del grupo Neón en el Parque de Atracciones de Madrid

P.D. Agradecer la colaboración de Isidro García en la aportación de datos y fotografías para la confección de este artículo.




jueves, 11 de octubre de 2018

EL CAMINO DE SAN JUAN DE LA CRUZ. UNA OPORTUNIDAD PARA LA SIERRA DE SEGURA.

EL CAMINO DE SAN JUAN DE LA CRUZ. ¿LO CONOCES?

Por José Antonio Molina Real

Posiblemente esta iniciativa, que está cogiendo cuerpo y que va a convertir en realidad un proyecto que se inició hace unos pocos años, sea una verdadera novedad para muchos de los que mostráis interés por todo aquello que afecta a la Sierra de Segura. Nos estamos refiriendo al Camino de San Juan de la Cruz que une las poblaciones de Beas de Segura y Caravaca de la Cruz, pasando por Hornos, Pontones, Santiago de la Espada, Nerpio,  y El Espinar (Moratalla).
Símbolo del Camino de San Juan de la Cruz

Las raíces históricas de este trazado que hoy en día afecta a tres Comunidades Autónomas sirven como perfecto argumento para el desarrollo de un proyecto que basándose en la vinculación que la orden del Carmelo mantuvo y mantiene con las poblaciones de Beas de Segura y Caravaca de la Cruz haya cogido dimensión comarcal. Y todo ello gracias al esfuerzo llevado a cabo desde los diversos ayuntamientos por los que discurre esta ruta, que han seguido acertadamente la labor motivadora del Padre Prior del Convento de los Carmelitas Descalzos de Caravaca de la Cruz el P. Pascual Gil.
Presentación en Santiago-Pontones del Camino a cargo del P. Pascual Gil. Octubre-17
El trabajo de coordinación ha sido dificultoso ya que dichas poblaciones pertenecientes a la Sierra de Segura se encuadran en tres comunidades autónomas diferentes y tres provincias diferentes, logrando constituirse primero en el Grupo de Ciudades del Camino de San Juan de la Cruz como fórmula inicial de organización. A partir de aquí el trabajo se concretó en el objetivo del desarrollo y estructuración de una propuesta turística, cultural y patrimonial que, sirviéndose de eje en la figura del santo místico carmelita, diera a conocer la enorme riqueza del entorno por el que discurre este camino dentro del marco de la Sierra de Segura. Está claro, pues, que este proyecto surge con la vocación de consolidarse como una ruta de peregrinación que permita acercarse al legado literario y espiritual del Santo carmelita al tiempo que desarrolle una actividad turística basada en la riqueza patrimonial, natural y etnográfica del territorio de nuestra sierra.
Alcaldes y técnicos. Reunión de coordinación. Beas de Segura. Julio-17

El trayecto rememora el realizado por San Juan de la Cruz en, al menos, siete ocasiones, desde el año 1579 hasta 1587, a través de las montañas y valles de la Sierra de Segura, desde Beas hasta la localidad de Caravaca de la Cruz, a fin de atender las necesidades espirituales de las monjas, especialmente de su priora Ana de San Alberto, del Convento de Carmelitas Descalzas fundado en esa localidad por Santa Teresa de Jesús en el año 1576, así como resolver también diversos asuntos de ámbito burocrático entre los que destacaba la tramitación para la fundación de un convento de frailes Carmelitas Descalzos que fraguó en el año 1586. El santo místico había recalado en Beas de Segura como prior del Convento de Ntra. Sra. Del Monte Calvario en 1578, después de su fuga tras estar ocho meses recluido en el Convento de los Carmelitas de Toledo, motivada por los pleitos de división interna que se estaban produciendo en la Orden del Carmelo desde la Reforma Carmelita realizada por Santa Teresa de Jesús en 1562 y que se tuvieron que dirimir en Santa Sede, finalizando con la aceptación como orden religiosa de los Carmelitas Descalzos en 1593 por carta de aprobación del Papa Clemente VIII.
Representación de San Juan de la Cruz
El hecho que el Convento de Beas de Segura fuera el más cercano y la confianza que Santa Teresa tenía en el que ella cariñosamente llamaba “su medio fraile”, posiblemente debido a lo enjuto de su semblante y su reducida estatura, le llevó al santo místico en esas siete ocasiones en viaje de ida y vuelta a tierras de Caravaca, atravesando toda la Sierra de Segura en un trayecto que le llevaría no menos de tres jornadas a lomos de caballerías y posiblemente acompañado de algún otro fraile. Determinar exactamente el camino seguido sería altamente complicado al carecerse de documentación adecuada, pero es evidente que se buscarían las rutas más cortas salvando circunstancias como la nieve en invierno o los calores en verano que le llevarían por vaguadas más sombrías y cercanas a corrientes de riachuelos y arroyos, así como evitar bandoleros y otros peligros. Es de suponer que se seguirían rutas utilizadas por pastores y arrieros que solían pasar por poblaciones, aldeas y ventas donde reponer fuerzas y quitarse de encima el peso de los kilómetros. A día de hoy las poblaciones que vieron sus pasos se pueden determinar en las que anteriormente hemos nombrado que forman parte del Grupo de Ciudades del Camino de San Juan de la Cruz, incluso se han concretado, teniendo en cuenta su distancia y dureza, en un recorrido que supera los 150 km. dividido en seis etapas distribuidas de la siguiente forma: Beas de Segura-Hornos de Segura (23,4km), Hornos de Segura-Pontones (20,4km), Pontones-Santiago de la Espada (17’8km), Santiago de la Espada-Nerpio (32’1km), Nerpio-El Sabinar (20’8km), El Sabinar-Caravaca de la Cruz (36’5km).
Recorrido del Camino de San Juan de la Cruz
No es necesaria una sola motivación para realizar este Camino. Las motivaciones son diversas y muy personales, pero lo que está claro es que en este Camino podremos encontrar una perfecta excusa para llegar a Caravaca de la Cruz, quinta ciudad Santa del cristianismo junto a Roma, Jerusalén, Santiago de Compostela y Santo Toribio de Liébana en Cantabria, o partir de ella, según se prefiera, para adentrarnos en el corazón de la Sierra de Segura y, siguiendo el Camino, poder hacer de él la guía que nos permita conocer de forma directa y profunda la historia, el patrimonio monumental y cultural, sus costumbres, su rica gastronomía, su naturaleza y sus bellos paisajes; y todo ello bajo la figura de San Juan de la Cruz, acercándonos, como experiencia mística, a nuestra propia realidad. Por lo tanto este Camino reúne e sí mismo dinámicas religiosas, turísticas, de contacto con la naturaleza e incluso de simple reto deportivo.
Camino de San Juan de la Cruz con Caravaca al fondo.
Se pretende con la dinamización del Camino de San Juan de Cruz, crear una realidad que suponga una oportunidad para muchos caminantes y peregrinos, pero también para los habitantes de estas tierras serranas que podrán contribuir a que esa realidad sea factible con sus aportaciones en cuanto a servicios, convirtiéndose en una oportunidad económica para los lugares que recorre. El peregrino no sólo necesita un camino para caminar, pues debe reponer fuerzas, descansar y se hacen necesarios servicios como tiendas, restaurantes, albergues, etc… que podrán dar oportunidades a una economía muy limitada en estos lugares de la Sierra de Segura.
Peregrinos y caminantes cerca de Santiago de la Espada
Evidente es la realidad ya contrastada del Camino de Santiago que supuso y supone un dinamismo para las tierras gallegas y otras por las que discurre y, salvando las distancias pues esto es un proyecto incipiente y que está empezando a desarrollarse, por qué no este Camino de San Juan de la Cruz puede llegar a convertirse también en un referente a nivel nacional. Para ello se necesita una implicación directa de las autoridades de las localidades por donde discurre que empieza primero en el acondicionamiento de un trazado que esté bien señalizado a través de balizas que indiquen dirección y distancia recorrida que se pueden complementar con otra señalización no vertical con pintura a través de flechas o símbolos situada estratégicamente que eviten pérdidas y desorientaciones. Pero ese trazado se debe mantener, evitando que la vegetación o maleza lo invada así como evitar su lógico deterioro provocado por lluvias o nieve.
Camino de San Juan de la Cruz en las cercanías de Nerpio
Pero como se ha dicho con anterioridad, el caminante además de camino necesita servicios, especialmente de alojamiento, para lo cual los ayuntamientos tienen la opción de adecuar espacios públicos como albergues municipales o concertar con empresarios locales la prestación de esos servicios, que a un precio razonable, se ofrezcan a los futuros peregrinos, condición que sólo tendrán aquellos que acrediten que lo son a través de un documento o credencial del peregrino que se podría expedir en los diversos ayuntamientos y parroquias, especialmente en los puntos de partida, es decir, Beas de Segura y Caravaca de la Cruz. Esta credencial podría tener un espacio destinado a la estampación de cuños que justificarían la realización de cada etapa. Incluso, y siguiendo el modelo compostelano que justifica la realización del Camino de Santiago a través de “la Compostela”, se podría repartir en los lugares de llegada, tras la presentación de esa credencial con los cuños correspondientes que justifiquen la realización del trayecto del Camino de San Juan de la Cruz, de un documento acreditativo de haber realizado el recorrido total del Camino que realizó el Santo Místico, que, por qué no, se podría denominar perfectamente esta acreditación como “la Mística”.
San Juan de la Cruz
Es evidente que el recorrido no es fácil y supone recorrer distancias en las que se tendrán que salvar desniveles considerables, que las ondulaciones del terreno e incluso la inclemencias del tiempo se encargarán de endurecer más aún el camino, y que el caminante, teniendo en cuenta su propias circunstancias, será el que adapte recorridos y distancias; pero lo que nadie pone en duda es que este Camino puede suponer un revulsivo personal que rompa la monotonía diaria, nos enseñe de forma clara nuestras capacidades y espíritu de superación para asumir retos y demostrarnos que, con fuerza de voluntad, somos capaces de superar dificultades y problemas. Además realizar el Camino de San Juan de la Cruz se puede convertir en extraordinaria oportunidad para compartirlo con amigos, profundizando en el conocimiento mutuo y en las dinámicas de ayuda y solidaridad entre las personas, enfocándolo como un reto personal que convierta en posible lo que a priori resulta imposible, dejando que salgan a tu encuentro montes, llanuras, roquedos, valles, fuentes, ríos, aldeas, cortijos o pueblos; en definitiva vida y paisaje natural en medio de un viaje hacia el propio interior personal. En definitiva, San Juan de la Cruz te invita a mirarte y mirar la vida en medio de la naturaleza segureña.
Vistas del Pantano del Tranco. Etapa Beas de Segura-Hornos
Todas estas experiencias ya las están viviendo peregrinos que, desde hace tres años y organizados desde el Convento de los Carmelitas de Caravaca de la Cruz, quieren vivir esta singular experiencia de vida recorriendo un camino que tiene ya más de 400 años, donde se viven momentos de contacto y profundización interior, al tiempo que un acercamiento al legado espiritual y literario del santo místico carmelita, sin olvidar del disfrute de una riqueza paisajística y natural que les ofrece el Parque Natural de las Sierras de Segura, Cazorla y las Villas.
Camino de San Juan de la Cruz en bicicleta. Paraje del nacimiento del río Segura
En definitiva, este proyecto empieza a desarrollarse, a convertir en realidad, una idea y un proyecto que debe ser considerado especialmente desde la administración pública al realizar un esfuerzo inicial que posibilite el conocimiento y la afluencia de peregrinos y caminantes para lo que se hacen necesarias campañas de difusión en ámbitos de turismo rural y de contacto con la naturaleza, porque en definitiva se trata de una oportunidad económica y de desarrollo de los lugares por los que discurre la ruta, teniendo en cuenta que esos peregrinos y caminantes sólo vendrán a disfrutar de este Camino si se realiza la promoción adecuada del mismo, los trazados tienen el cuidado que requieren y los lugares que atraviesa les propician los servicios y atenciones que cualquier visitante necesita.

Esta tarea de impulso inicial y de estructuración posiblemente no conlleve unos resultados espectaculares de forma inmediata, pero a corto plazo, siempre que las administraciones se impliquen en su debida promoción, y más hoy en día con el destacado papel que tienen las redes sociales, hace previsible la rápida difusión de su existencia y perfecto acondicionamiento a todos los rincones de España, por lo que será segura una notable afluencia de peregrinos y senderistas que querrán conocer los valores naturales y turísticos de la Sierra de Segura y profundizar en aquellos criterios de conocimiento interior, espiritual y personal que les ofrece llegar a la ciudad santa de Caravaca para rendir visita a ese lignum crucis en la Basílica del Real Alcázar de la Vera Cruz, o viceversa, llegando a Beas de Segura para alcanzar un perfecto conocimiento en las fundaciones místicas que permitirá llegar hasta Úbeda y Baeza, ciudades muy ligadas a San Juan de la Cruz y que están declaradas por la Unesco como patrimonio de la humanidad, después de haber tenido el privilegio de disfrutar de la enorme riqueza paisajística, patrimonial y humana de la Sierra de Segura.
Castillo y Basílica del Real Alcázar de la Vera Cruz
Os dejamos, a forma de conclusión, el enlace para que podáis visitar la página web del Camino de san Juan de la Cruz, donde podréis encontrar información detallada y concreta de todas sus particularidades, así como del recorrido, tramos, perfiles de dificultad, track y pequeñas indicaciones sobre los lugares a visitar por las zonas donde pasa este Camino que esperemos suponga un referente dentro de las rutas religiosas y de disfrute de entorno natural en España.


-Mapas de los recorridos de las etapas....

1ª etapa.-Beas de Segura- Hornos de Segura.
2ª etapa.-Hornos de Segura-Pontones.
3ª etapa.-Pontones-Santiago de la Espada.
4ª etapa.-Santiago de la Espada-Nerpio.
5ª.-Nerpio-El Sabinar (Moratalla).
6ª etapa.-El Sabinar (Moratalla)- Caravaca de la Cruz.