miércoles, 13 de diciembre de 2017

PAISAJE Y BIODIVERSIDAD EN LA SIERRA DE SEGURA

LA SIERRA DE SEGURA. RASGOS GEOFÍSICOS.

José Antonio Molina Real (jt)

El territorio en el que se encuentra nuestra comarca, alberga paisajes naturales y culturales de gran variedad, interés y calidad medioambiental, estando configurada por un conjunto de montañas calcáreas pertenecientes al dominio Prebético de las Cordilleras Béticas que le confieren una acusada personalidad geográfica. Estas sierras se hallan repartidas, de forma total o parcial, por diferentes municipios de las provincias de Jaén (Arroyo del Ojanco, Beas de Segura, Benatae, Génave, Hornos de Segura, Orcera, Puente de Génave, La Puerta de Segura, Santiago de la Espada-Pontones, Segura de la Sierra, Siles, Torres de Albanchez y Villarrodrigo), Albacete (Ayna, Bogarra, Cotillas, Elche de la Sierra, Ferez, Letur, Lietor, Molinicos, Nerpio, Paterna de Madera, Riopar, Socovos, Villaverde de Guadalimar y Yeste), Granada (Huescar y Puebla de Don Fabrique) y Murcia (Moratalla y Caravaca de la Cruz).
Área de influencia del Parque Natural de las Sierras de Segura, Cazorla y las Villas
La Sierra de Segura presenta una geología, geomorfología, clima, hidrología, biodiversidad y ecología, que vienen a determinar una gran riqueza paisajística natural que los habitantes de este territorio, tras un uso y gestión de sus recursos, han ido añadiendo un paisaje y una fisonomía que le aporta las particularidades que la sitúan dentro de los singular en los diferentes estudios geográficos. Es particular, además de la enorme biodiversidad que alberga, el ser inicio y cabecera de las cuencas del Segura y la del Guadalquivir, aportando aguas a dos vertientes, la mediterránea y la atlántica; así como significar casi el 70% del Parque Natural de las Sierras de Segura, Cazorla y las Villas, o lo que es lo mismo, unas 143.346 has. de un total de 214.300 has. que lo componen, lo cual le convierte en el espacio protegido más extenso de España, siendo también Reserva de la Biosfera declarada por la Unesco y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
            
         La Cordillera Bética es una alineación de montañas que se extienden a lo largo de 600 km. desde la provincia de Cádiz hasta los promontorios de La Nao al norte de la de Alicante, prolongándose por el este hasta las Islas Baleares. Su formación es consecuencia de la acción continuada desde el Cenozoico (hace 65 mill. años), de los plegamientos alpinos, que por convergencia o compresión, en las placas africana y euroasiática. Será esta convergencia de las placas la responsable de ser la zona de mayor actividad sísmica de la Península Ibérica.
Dominios de las formaciones Béticas
Basado en criterios tectónicos, litológicos y paleogeográficos, las Béticas son divididas en dos grandes zonas o dominios que podemos clasificar en zonas internas y externas, con historia de deformaciones diferentes. Las primeras comprenden un conjunto de sierras compuestas por materiales mesozoicos y cenozoicos plegados, fallados y cabalgados pertenecientes a sedimentos marinos reelevados por los plegamientos mencionados; mientras que las zonas internas están compuestas por un apilamiento de mantos de corrimiento con predominio de materiales metamórficos. En la zona externa y según la naturaleza de los materiales y el grado de deformación, podemos diferenciar dos dominios, el Prebético y el Subbético, teniendo ambos una composición de sedimentos acumulados desde el Triásico al Mioceno.

El Prebético ocupará el sector más septentrional y será relevaciones de sedimentos depositados en ambientes marinos someros, que durante la Era Secundaria constituían la zona más cercana al Macizo Ibérico o Meseta. En la actualidad lo identificamos con los territorios entre Jaén y el Sur-Suroeste de la provincia de Albacete con las sierras de Cazorla, Las Villas, Segura, Alcaraz y Hellín al margen de otras formaciones menores, constituidas todas ellas por materiales carbonatados, sobre todo calizas y dolomías del Jurásico y Cretácico.
Zona principal de domino de la Subbética
El Subbético, se corresponde a relevación de depósitos marinos más alejados del Macizo Ibérico representados, en su mayoría, por calizas, dolomías, margocalizas y margas, con intercalaciones de esporádica de rocas volcánicas efusivas del Mesozoico. Relieves notables y que dan muestra de lo expuesto son en nuestro entorno la Sierra del Pozo, El Almorchón, el Calar de las Pilillas, la Sierra de Gontar, la Sierra de Lagos, la Sierra de los Molares, la Cuerda de la Lastra, la Sierra del Cuquillo, la Sierra de Calderón, La Sagra, Revolcadores, Mojantes y otras formaciones similares de menor entidad.

Pero si nos centramos en las particularidades de la Sierra de Segura debemos decir que está constituida por un conjunto de sierras en dirección NE-SO del dominio Prebético, del que forman también parte la Sierra de las Villas, la de Cazorla y de otros dominios menores como la Sierra del Pozo y Sierra del Calderón en Jaén; la sierra de Castril y la Sierra de la Sagra en Granada y por último la Sierra de Alcaraz, el Calar del Mundo, la Sierra de Gontar y la de Taibilla en la provincia de Albacete; con algunas cumbres que rebasan los 2000 mts., como Empanadas (2016 mts.) y La Cabrilla (2048 mts.) pertenecientes a la Sierra Castril y otras que los rozan, como es el caso de Las Banderillas (1993 mts.), El Banderín (1966 mts.), El Almorchón (1915 mts.), Las Palomas (1857 mts.), El Blanquillo (1830 mts.), El Mariasnal (1825 mts.) y El Yelmo (1809 mts.); a lo que debemos sumar una gran cantidad que superan los 1500 mts.
Las Juntas de Miller. Confluencia del río Zumeta con el Segura
La sierra en su conjunto presenta unos relieves de abrupta y compleja tipografía donde alternan altas montañas con valles, altiplanos, calares y depresiones. En su conjunto, todos estos relieves, debido a su altitud, orientación y exposición de sus suelos y litologías a las condiciones climáticas, derivan en la formación de unos paisajes de contrastes, de calidad  geomorfológica diversa, así como en unos ecosistemas de gran valor por su biodiversidad por el número de especies endémicas que albergan y extensión de sus masas forestales. El territorio está surcado de valles profundos modelados por la erosión de los ríos que tienen aquí su nacimiento, destacando por su relevancia el Segura, El Mundo, el Madera, el Tus, el Zumeta, el Orcera, el Onsares, el Trujala, el Carrizas, el Guadalimar, el Guadalmena y el Guadalquivir.

El suelo y el clima son los factores del medio físico que más influyen en el tipo de cobertura vegetal y en los cultivos serranos. En los relieves de la Sierra de Segura, los tipos de suelos más relevantes serán los litosuelos (suelos pedregosos, poco evolucionados, de zonas altas y rocosas con vegetación de algo de pinar y matorral de piornales y lastonares), los regosoles calcáreos (suelos pedregosos sobre calizas y dolomías colonizados por robledales y pinares), las rendsinas (suelos de alta montaña caliza con sabinares, pinares y piornales, los cambisoles cálcicos (suelos evolucionados ricos en nutrientes y carbonatados que se hallan en zonas llanas son cultivados por su fertilidad, y los luvisoles (suelos evolucionados ricos en arcilla roja y en nutrientes donde crecen encinares, quejigales y pinares).
Paisaje de piornales
Si consideramos la interrelación de relieve, clima, suelo y vegetación podemos interpretar los diversos pisos bioclimáticos de la Sierra de Segura, pudiendo encontrar un piso mesomediterráneo que ocupará las partes más bajas del territorio y según se trate de laderas en solana o umbría hasta los 1200 mts. de altura, donde crecerá el pino carrasco, la encina o carrasca, así como coscojar, el romero, el madroño, la retama, la cornicabra y el cultivo del olivo; el piso supramediterráneo, que lo hallamos hasta los 1700 mts., estando ocupado por el pino laricio, especie vegetal con mayor biomasa y representatividad, el pino resinero, el negral o rodeno, el enebro, la sabina, la jara, el melojo, la poa, la salvia o el torvisco; y por último el piso oromediterráneo, que es el piso de las cumbres, situado por encima de los 1700 mts., que carecerá de bosques densos de pinar y la vegetación estará formada por prados de lastón, herbáceas diversas, el sabinar de alta montaña y el matorral espinoso almohadillado como el cojín de monja o asiento de pastor,  el astrágalo y la hierba pedrera.
Paisaje segureño de pino laricio
La fauna es diversa con variadas especies cinegéticas como la cabra montés, el ciervo, el gamo, el jabalí, el muflón o el zorro. También son  numerosas las especies de aves, abundando las rapaces como el quebrantahuesos, águila calzada, águila perdicera, águila culebrera, el buitre, el halcón, el milano, el búho, la lechuza y el mochuelo.  Existe una especie singular como es la ardilla roja, endémica de la Sierra de Segura, que presta su imagen como logotipo de la Comarca. En la cabecera de los ríos de montaña alta y media, Segura, Madera, Tus y Zumeta, se encuentra la trucha común y la trucha arco iris. Finalmente, la riqueza de la comarca está basada en el olivo, la madera y también el ganado ovino, siendo la oveja segureña autóctona de la Sierra de Segura.
Ardilla roja. Icono de la Sierra de Segura
            Las montañas son la manifestación más visible de las potentes fuerzas tectónicas en acción, que han levantado su arquitectura, y de los dilatados períodos de tiempo en los que han operado las fuerzas erosivas que las han modelado y la Sierra de Segura no está al margen, siendo un complejo conjunto de montañas que forman un sistema interactivo de relieves, rocas, agua, suelo, clima, flora, fauna y seres humanos, que con su acción transformadora han intervenido de forma importante en la fisonomía serrana, desarrollando estrategias diversas de adaptación al medio natural a lo largo de la historia.

La adaptación humana consiste en realizar un gran esfuerzo de aproximación al medio físico practicando una extracción de recursos naturales al tiempo que desarrollando un equilibrio y respeto por el entorno natural, poniendo en práctica métodos, técnicas y una arquitectura para vivir en un escenario de escarpados relieves, frío invernal, heladas, fuertes tormentas de lluvia y nieve, así como ocasionales sequías. El entorno ha modelado los hábitos del hombre y mujer serranos, sus rasgos culturales, su alimentación, la expansión y contracción de la población, la disposición del hábitat, la vivienda, los tipos y zonas de cultivo, los sistemas hidráulicos o las comunicaciones; en definitiva, su devenir histórico que ha ido formado su realidad actual, creando en la naturaleza e historia humana un binomio inseparable.
Pastoreo tradicional de oveja segureña.
Los habitantes que colonizaron y vivieron en la sierra, a lo largo de la historia, hicieron un uso más o menos sostenible de los recursos que el territorio ofrecía, en ocasiones mejorando las condiciones del entorno natural o degradándolo y activando procesos de erosión del suelo y pérdida de biodiversidad. Por lo tanto, el paisaje será el resultado de la acción de procesos físicos, bioquímicos y antrópicos sobre los materiales de un territorio a lo largo del tiempo, que como todos los sistemas dinámicos que lo integran, está en perpetuo cambio y evolución. La Sierra de Segura ofrece un mosaico de paisajes naturales y culturales, estando ambos en constante interacción. El Convenio Europeo del Paisaje (Consejo de Europa, 2000), define el paisaje como “área, tal y como la percibe la población, el carácter de la cual es el resultado de la interacción de factores naturales y humanos”, por lo que la política de conservación del paisaje de la comarca de la Sierra de Segura, es clave para la sostenibilidad territorial dándole un nivel patrimonial en todos sus aspectos.
Paisaje del Calar del Río Mundo.
Nuestra comarca alberga paisajes naturales y culturales de gran variedad, interés y calidad. Por su importancia geomorfológica, botánica y paisajística, destacan los calares y entre ellos el Parque Natural de los Calares del Río Mundo con un total de 19.192 has., repartidas por los términos municipales de Cotillas, Molinicos, Riopar, Vianos, Villaverde de Guadalimar y Yeste. Aquí se encuentra uno de los más espectaculares paisajes kársticos de España e incluso de Europa, el llamado Calar del Río Mundo. Se trata de una alta y extensa plataforma caliza que se eleva por encima de los 1200 mts., destacando las elevaciones del Calar del Mundo (1631 mts.), Viboreros (1655 mts.) y Argel (1694 mts.). El macizo con una extensión de unos 55 km2 que se halla limitado por todos sus lados por profundos valles. En su karstificada superficie (exokast), se han originado un vasto sistema de geoformas de disolución como lapiaces, dolinas o torcas, uvalas, poljes, sumideros de génesis nivo-pluvial; mientras que en su parte interna (endokarst) se halla horadado por un intrincado sistema de lagos, galerías, grutas y cavidades de variable amplitud y estilo que pueden suponer un total de más de 40 km. de longitud., que se abastecen de un caudal nivo-pluvial a través de diversas dolinas de la superficie.
Representación de paisaje Kárstico.
Todas las características expuestas, a nivel geomorfológico, dan unas particularidades muy singulares que aportan a nuestra Sierra de Segura y, más concretamente, a nuestra comarca, una personalidad claramente definida que ha perdurado a través del tiempo y que hoy en día sirven como perfecto marco geográfico al desarrollo de actividades humanas que han evolucionado y compaginado la tradicional explotación de recursos naturales con nuevas fórmulas volcadas en el turismo de la naturaleza, siendo la perfecta regulación de esta nueva explotación, la que aporte un equilibrio que siga respetando sus paisajes y sus valores naturales.

F. VALLE TENDERO; F. Gómez Mercado; J.F. Mota Poveda; C. Díaz de la Guardia. Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, Guía botánico-ecológica. Madrid, 1989. 
F. LÓPEZ BERMÚDEZ, El karst del Calar del Mundo. Estudios Geográficos, nº 136. Madrid, 1974.
C. SANZ DE GALDEANO, Evolución geológica de las Cordilleras Béticas. 1990.


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