miércoles, 15 de febrero de 2023

APUNTES SOBRE LA PROVINCIA MARÍTIMA DE SEGURA

 

La Provincia Marítima de Segura de la Sierra.

Sergio Rodríguez Tauste

 

Durante la invasión napoleónica, un archivero del Ministerio de Marina llamado Juan Sans Barutell, recibió del ministro de Marina, D. José de Mazarredo, el encargo de realizar un informe en el que se estableciese el potencial maderero de la Sierra de Segura con vistas a la reorganización de los departamentos de Marina por parte del gobierno napoleónico. En el texto podemos ver la siguiente cita:

Provincia marítima de Segura. Delimitación

“...Es la provincia de Segura de la Sierra una de las más útiles que tiene el reino en la compresión de sus departamentos de Marina, así por la abundancia de sus maderas, especialmente de pino blanco o salgareño, de calidad muy superior al de Flandes, como por la proporción que tiene para el establecimiento de fábricas de betunes y siembras de cáñamos...”.

Sin embargo, el comienzo de este proceso tiene lugar durante el primer tercio del siglo XVIII cuando se inician los trabajos para la nueva fábrica de tabacos de Sevilla. Ante la necesidad de madera para la construcción del edificio, el Superintendente del Tabaco, Sebastián Caballero, oyó por parte de los más ancianos como antiguamente se habían conducido por el Guadalquivir maderas procedentes de la Sierra de Segura. Recuperar esta actividad supondría un importante ahorro económico pues la madera necesaria para la construcción era importada desde Flandes.

Real Fábrica de Tabacos de Sevilla

La primera pinada, compuesta por 8.000 troncos, llegó a Sevilla en 1734, por lo que hubo suficiente madera para la obra y para vender la sobrante para otras construcciones. La administración de este nuevo recurso quedó supeditada al Superintendente de la Fábrica de Tabacos de Sevilla a través de un Real Decreto de 1735 con el que se establecía el Real Negociado de Maderas con una Subdelegación en Segura de la Sierra, siendo el primer subdelegado Gregorio de la Cruz y Tirado. El Real Negociado de Maderas mantuvo su actividad después de la construcción de la Fábrica de Tabacos surtiendo de maderas a gran número de obras como, por ejemplo, las obras de reparación que se realizaron a la catedral de Córdoba, la iglesia de San Andrés de Baeza o la colegiata de esta misma ciudad. Incluso se entregaron a Pablo de Olavide 300 troncos para la construcción de las Nuevas Poblaciones.

Pese a la importancia de la madera para la construcción, vino a aparecer una nueva utilidad de la mano del maestro de obras Vicente Acero, quien pensó en las maderas de Segura para la construcción naval. Para ello, en 1738, se realizó una visita a la Sierra de Segura con el objetivo de analizar su potencial maderero, dando el visto bueno para su explotación por parte del Arsenal de La Carraca (Cádiz) a través del Real Negociado de Maderas para lo cual fue llamado a la Corte Leonardo Ventura de León, gobernador de Segura. En vista de lo sucedido, desde el Arsenal de Cartagena también se realizó una visita en el año 1741.

Vías fluviales de salida de la madera segureña

Estos primeros años del Negociado destacaron por una mala gestión de los montes, lo que motivó que, desde la Corte, Fernando VI, tomara cartas en el asunto y se aprobaran las Ordenanzas de Montes de 1748 que tenían como principal novedad la creación de las provincias marítimas y el establecimiento de la jurisdicción de Marina. Esta nueva jurisdicción se vino a sumar al caos jurisdiccional existente en el que se mezclaban la jurisdicción de órdenes militares, la eclesiástica a través de las Diócesis de Cartagena y Toledo y la justicia local, tanto en primera como en segunda instancia. La supremacía de la jurisdicción de Marina sobre las demás en los asuntos relacionados con el bosque constituyó un largo foco de problemas y de conflictos entre los municipios y la administración de la Provincia Marítima de Segura ya que suponía una profunda transformación respecto a las formas de vida emanadas de la aplicación de las Ordenanzas del Común de 1580.

La Provincia Marítima de Segura incluía 51 localidades, agrupadas en 4 subdelegaciones comprendidas en los departamentos de Cádiz (vertiente Guadalquivir / Guadalimar) y Cartagena (vertiente del Segura). Oficialmente fue constituida el 1 de septiembre de 1751 y para su control se nombraron seis guardas celadores. Se estableció el Ministerio de la Provincia en Segura de la Sierra y las subdelegaciones en Alcaraz, Cazorla, Villanueva del Arzobispo y Santisteban del Puerto.

Jurisdicciones de la Prov. marítima de Segura de la Sierra

Desde 1764 se estableció que cada año cortara sólo uno de los departamentos para evitar problemas en las conducciones de la madera. El trabajo del Negociado y del Departamento de Marina seguía unas pautas similares y estaba diseñado para todo el año. Las peticiones de madera se solían hacer en otoño y el delineador se encargaba de marcar los árboles que eran aptos para la corta. Entre los meses de enero y marzo los hacheros cortaban los árboles, dejándolos al aire libre para facilitar la salida de la savia siempre que el clima lo permitiera. Para evitar la putrefacción por el contacto con el suelo, se ponían sobre otros palos menores llamados polines. Una vez lista la madera era ajorrada o transportada con carretas de bueyes hasta los aguaderos entre los meses de julio y octubre. Junto al río esperaba la madera hasta el mes de noviembre o diciembre para dar comienzo a la navegación de la pinada aprovechando el caudal máximo del río. Esta era realizada por un grupo de gancheros que oscilaba entre los 150 y los 300 hombres. La pinada podía tardar entre 7 y 10 meses en llegar a su destino por lo que esta actividad dio lugar a una peculiar forma de vida para estos grupos de personas que pasaban la mayor parte del año fuera de casa. Tras llegar la madera a los arsenales, esta era trabajada por los carpinteros para darle su forma definitiva y usarla en la construcción de los nuevos buques. De esta manera todos los barcos que salieron de los arsenales de la Marina en la segunda mitad del siglo XVIII contaron con muchas partes de su estructura hechas con madera segureña.

Pinada transportada por los gancheros.

La actividad forestal supuso la reactivación económica de la zona y beneficios para muchas familias dedicadas al carreteo de madera o a la maderada. Sin embargo, la Guerra de la Independencia (1808-1814) paralizó la actividad del Negociado y supuso la ruina para muchas familias que no pudieron hacer frente a las deudas, lo que, unido a los incendios de los pueblos, por parte de los invasores, dejó a la comarca en una situación crítica. Las Cortes de Cádiz establecieron la supresión de las jurisdicciones especiales por lo que la jurisdicción de Marina cesa temporalmente en la Sierra de Segura. Sin embargo, tras la vuelta de Fernando VII se produjo el restablecimiento del Negociado de Maderas de Segura por cuenta del ramo de la Hacienda dotado de un subdirector general residente en Orcera. Este organismo subsistió a duras penas hasta el establecimiento de las Ordenanzas de Montes en 1833 aunque su final definitivo no se produjo hasta 1836.

1 comentario:

  1. Elmilio de la Cruz,un gran serrano,y que era orcereño como él ,publicó desde hace medio siglo una tesis doctoral ,un libro y varios artículos en los que hace referencia a estos actos y hechos.La tesis la leyó y esa Facultad de Derecho de la Universidad Complutense ,el libro que lo tengo,("La destrucción de los montes") está editado, cito de memoria,por la Imprenta Vera-Cruz de Orcera y los artículos en el boletín de la Asociación Cultural Sierra de Segura y en el boletín de la de la Cámara de Comercio de Jaén

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