viernes, 12 de febrero de 2021

UNA LARGA HISTORIA.

En el presente artículo pasamos a revelar el largo periplo que se tuvo que pasar para convertir en realidad la notable aspiración de dotar a nuestro pueblo de un instituto de enseñanza secundaria. La exitosa gestión, contó con el decidido apoyo de diversos colectivos sociales, educativos y de los ayuntamientos afectados por una planificación educativa que hubiera supuesto una marginación para muchos jóvenes de nuestro pueblo y otros pueblos colindantes, que afortunadamente se pudo corregir gracias al esfuerzo de todos. Aquí quedan reflejadas las particularidades de una gestión que proporcionó a Puente de Génave de un importantísimo servicio del que están disfrutando numerosas generaciones de jóvenes de nuestro pueblo y comarca. 

Fachada principal del centro.

NUESTRO INSTITUTO. SU HISTORIA.

( j.t. )

La historia de nuestro instituto, el IES Valle del Guadalimar, es una historia repleta de obstáculos y dificultades. En primer lugar, porque en el Mapa Escolar que presentó la Junta de Andalucía de forma provisional allá por 1995, para la aplicación de la LOGSE, no se contemplaba la existencia de este centro en nuestro pueblo al no haber los alumnos suficientes establecidos en dicha normativa provisional, con lo que los alumnos de Puente de Génave se tendrían que haber desplazado a Arroyo del Ojanco al finalizar segundo curso de secundaria, pues era Arroyo del Ojanco donde el nuevo mapa establecía la creación de un Centro de Secundaria. Inmediatamente, desde el Ayuntamiento, se establecieron los criterios, con el apoyo de la comunidad educativa local y en coordinación con los Ayuntamientos de Villarrodrigo y de Génave, para interpelar a la Consejería de Educación y proponer una alternativa que finalmente fue aprobada tras no pocos esfuerzos. De esta forma se contempló la creación de un centro de secundaria en Puente de Génave donde asistirían los alumnos de las localidades mencionadas y los núcleos de población de Peñolite, Los Pascuales, Los Llanos, Venta San José y Bonache, para así “ahorrar” un gran número de kilómetros, hasta cerca de cincuenta, y tiempo en sus desplazamientos, al no tener otra alternativa en el mapa escolar que los centros de Siles y el de Arroyo del Ojanco al nuevo centro solicitado por nuestro pueblo. Ante el requerimiento se ofertaron locales y se hicieron todo tipo de gestiones para finalmente conseguir que la Junta, y su departamento de educación a través de la Delegación de Educación en Jaén, incluyera nuestro instituto en el Mapa Escolar Andaluz definitivo.

De esa forma, durante el curso 1997/98, se creó la Sección Educativa dependiente del IES Doctor Francisco Marín de Siles, para impartir estudios de secundaria en nuestro pueblo. Así los alumnos de 1º y 2º de ESO ya no estarían en el colegio San Isidro Labrador y, además, los alumnos de 3º y 4º de ESO no tendrían que viajar para ir a Siles o Beas de Segura.

Actividades educativas del centro.

Ya en el verano de 1998, se hicieron las obras necesarias para habilitar los locales de la Escuela de Agricultura Ecológica con seis aulas, además de otras pequeñas dependencias que harían la función de sala de profesores, departamentos, secretaría, sala de reuniones y aula de apoyo, siendo la calle el lugar reservado para el recreo, situación precaria que duró más de tres años. Paralelamente al inicio de las clases, se asignan los terrenos, se adjudica la redacción del proyecto de obras, que tardará más de la cuenta en ejecutarse, se licitarán las obras y se adjudican a la empresa Beltrán Campos de Baeza, que había competido con otras dos empresas constructoras de Madrid y de Sevilla.

Es fácil imaginar que ese primer curso contó con una ardua planificación que sirvió para captar alumnos, previsión de unidades y profesores, secuenciación de objetivos, elaboración de programas de actividades extraescolares y un plan de tratamiento de temas transversales; siendo doce profesores, algunos compartidos con el instituto de Siles, los que atendieron, en ese curso inicial, a seis grupos de ESO (un primero, dos segundos, dos terceros y un cuarto).

El curso siguiente 1999/2000, se tuvo también seis grupos, con la misma distribución que el curso anterior. Ese año ya se contó con profesor de Educación Especial y con dos aulas prefabricadas para aliviar estrecheces, incluso se acondicionó un sótano para utilizarlo como taller de tecnología. Era evidente que las instalaciones no eran las más idóneas, ya que incluso, cuando se producían lluvias, las humedades eran grandes e incluso se llegó a padecer inundaciones.

Actividades docentes del centro.

A pesar de las dificultades, en el curso 2000/01 ya eran siete los grupos al añadirse una nueva clase de cuarto y se pudo contar con un aula de educación especial; pero el prometido nuevo edificio no llegaba a pesar de tener un enorme incremento de matrícula por haber conseguido dejar de ser una sección del instituto de Siles, para así convertirnos en centro educativo reglado, posibilitando la incorporación de nuevos alumnos de tercero y cuarto procedentes de Génave y Villarrodrigo y de las pedanías circundantes: Peñolite, Los Pascuales, Los Llanos, Venta San José y Bonache. Esto en la práctica produjo enormes problemas de espacio y masificación en las precarias instalaciones provisionales con las que se disponía, lo que provocó mayor urgencia en la finalización de la obra del edificio nuevo en Pedronares. Pero la obra, que debería haber finalizado en mayo de 2001, se fue demorando a pesar de las sucesivas promesas de la empresa constructora, hasta que, finalmente, ésta presenta suspensión de pagos a primeros del año 2002. Afortunadamente, la Intervención Judicial no se opone a la resolución del contrato con el Ayuntamiento, con lo que se podrá finalizar la obra adjudicándola a otra empresa constructora, haciendo las gestiones desde el Ayuntamiento, colectivos de padres y personal docente frente a la Delegación de Educación en Jaén para una recepción parcial del edificio, aún inacabado (faltaba pequeños detalles estructurales, el gimnasio y acondicionar pistas deportivas), y así poder trasladar, a finales del mes de abril de 2002, todo el material, cosa que se hizo en tan sólo un fin de semana, para iniciar la dinámica docente en unas nuevas instalaciones del Instituto de Enseñanza Secundaria Valle del Guadalimar, nombre que se le otorgó al centro tras convocar votación entre padres, alumnos y personal docente, aprobándose posteriormente en Consejo Escolar y trasmitido a las autoridades educativas.

Rótulo identificativo de la Junta de Andalucía

La obra se reinició durante el curso 2002/03 por otra empresa adjudicataria, recibiendo sus clases de forma ya normalizada otros siete grupos: un primero, dos segundos, dos terceros, dos cuartos y un desdoble para diversificación curricular. Todo ello, a pesar que la obra discurría a ritmo excesivamente lento, especialmente la del gimnasio, no siendo concluidas hasta los últimos meses del año 2004, donde ya se pudo disfrutar de un perfecto y completo equipamiento docente.

Un largo periplo que, de todos modos, ha merecido la pena. Las cosas, muchas veces, la inmensa mayoría de veces, cuestan más de lo esperado, por lo tanto, vamos a felicitarnos porque nuestro pueblo cuenta con un importante servicio, que se suma a nivel educativo al colegio de educación primaria San Isidro Labrador y a la escuela infantil Carmen Medina, dotando a nivel educativo a nuestro pueblo de unos servicios educativos plenos que nada tienen que envidiar a los de poblaciones de mayor tamaño que Puente de Génave.

No hay comentarios:

Publicar un comentario