Los actos y fiestas en honor a San Isidro alcanzan importante relevancia en diferentes pueblos de la comarca de la Sierra de Segura, pero adquieren un singular protagonismo en Puente de Génave, donde el santo labrador adquiere el rango de patrón de la localidad y donde son numerosos los actos programados en su honor. Entre los actos más significados y significativos se encuentra el pregón oficial de las fiestas patronales, donde cada año, un puenteño o puenteña ensalza la figura del santo, al pueblo y a sus gentes, al tiempo que da el pistoletazo de salida a multitud de celebraciones. Recogemos aquí el pregón, que allá por el año 1989, realizó el insigne y admirado por todos Pedro Ruiz Avilés como anuncio de unas fiestas ya próximas en el tiempo.
PREGÓN DE LAS FIESTAS DE SAN ISIDRO
AÑO 1989
Pedro Ruiz Avilés
Sra. Alcaldesa, paisanas,
paisanos, amigas y amigos:
Ya
llegó el mes de Mayo y, en esta noche, un gran número de pueblos, con Madrid a
la cabeza, iniciamos la fiesta de nuestro patrón San Isidro.
Pedro Ruiz Avilés |
En
San Isidro honramos a un Santo humilde, labrador, obrero del campo, un
representante genuino de la España rural, de sus gentes, de los que vivimos de
la agricultura, la actividad primaria, la más noble de todas, la de aquellos
que mantienen una tenaz lucha con la tierra, la de los que todas las mañanas,
de madrugada, escrutan al cielo esperando la llegada de una nube que anuncie
una benefactora lluvia, la de los que padecen de insomnio hasta que el sol dora
sus espigas, ennegrece sus aceitunas y madura sus frutas, la de los que
proporcionan los imprescindibles alimentos.
Paisanos
y amigos, durante estos días, muchos campesinos sacarán en procesión a este
varón madrileño, cuyo cuerpo se conserva incorrupto en la catedral inacabada de
Madrid, para pedirle bendiga a sus huertos y praderas, sus frutas y hortalizas,
sus árboles y ganados. En definitiva, que al fin el sudor de sus trabajo sea
recompensado.
![]() |
Procesión en honor a San Isidro Labrador |
Y
es que nosotros sí sabemos, y vosotros mejor que nadie, de la dureza del
trabajo en el campo y lo que cuesta sacar una cosecha. Por eso nos duele mucho
que a veces el hombre de la ciudad, el urbanita que trabaja en una confortable
oficina, el que con nuestro sudor veranea en Marbella, Torremolinos o donde
sea, no valora al medio rural y desprecia la cuna de sus mayores. Los
trabajadores de la tierra, los labradores, los agricultores y ganaderos son
todo menos “aceituneros altivos” que dijera Miguel Hernández, pues desempeñan
una función hermosa y, desde luego, no son rudos, incultos, toscos y opuestos
al progreso como algún “enterado” alguna vez los ha llamado. ¡Como si el
progreso fuera vivir en conejeras, en ciudades contaminadas, tener un coche de
8 metros, bailar sevillanas, ir al Rocío a comprarse un vídeo y ver Dinastía! El
progreso lo da una cultura asentada, la del respeto mutuo, la de la responsabilidad,
la de la igualdad, de una sociedad con
más calidad de vida, más ética, más libre, más solidaria y más justa. Y en eso
el hombre de la ciudad poco tiene que enseñar al habitante de la comunidad
rural, al agricultor.
Por
eso Andalucía, que no ha dejado de tener una cultura profundamente agraria, que
ha tenido en el campo su principal riqueza, puede ejemplarizar a muchas
regiones. En Andalucía, afirmó Sermet hace unos años, “encontramos el más
venerable foco de civilización de Europa Occidental”. Andalucía, -o mejor, las
Andalucías porque hay más de una como
decían los serrasegureños de la parte alta cuando bajaban a coger aceituna al
valle-, inclusive Sevilla, es mucho más que El Pali, los Doñana, la Pantoja,
Los de Gines o María del Monte. Yo no quisiera que en estos momentos de gozo y
fiesta, de reunión con nuestros amigos y paisanos que habitan lejos, este
pregón se transmutara en una predicación o un “quejío”, pero no está de más que
recordemos esto para así tenerlo presente a la hora de sacar el platillo de las
reivindicaciones pidiendo justicia y equidad.
Antonio
Gala ha escrito que Andalucía “ha sido durante siglos una bella durmiente que
siempre tuvo dispuesta comida y cama para todo el que quiso venir” y yo lo
comparto. A ella acudieron numerosas razas y pueblos, culturas y religiones y
todos encontraron pan y aceite para comer, agua y vino para beber y un lecho
donde reposar. Porque es una mentira, y son acusaciones interesadas, afirmar
que los andaluces somos perezosos, guasones, fuleros. Y sólo amigos de la
charanga y pandereta, que dijera por esta vez un poco afortunado, A. Machado.
El andaluz es un pueblo que cuenta con una civilización milenaria que prefiere
reír a no llorar y que, a vivir que son 2 días, sabe de vez en cuando encerrar
con 7 llaves sus penas, su nostalgia, acudir a su fantasía e imaginación, disfrutar
y lavar su ropa al sol. El descanso del andaluz Menéndez Pidal lo dijo “no es
una reposición de energías, sino una disipación de estímulos”. Y al final, como
dijo Antonio Gala, fueron dichosos engendrando muchos hijos. Hijos que, para su
desventura, continúa viendo partir en coche, trenes y autobuses en dirección
contraria a lo que siempre fue: en busca de un porvenir mejor.
En
este concierto de voces, la voz de Andalucía ha de sonar con autoridad, porque
más la tiene el que más ha dado, y ahora más lo necesita. Desde Velázquez a
Picasso, de Jorge Manrique a Lorca y Machado, de Martínez Montañés a Zabaleta,
de Averroes a Maimónides, de Falla a Albéniz, de Alexandre a Juan Ramón, los
dos últimos premios Nobel, hemos sido por excelencia la tierra del arte, la
imaginación, el ingenio y la tolerancia. Por eso a Andalucía la caracterizan
filósofos como Séneca, y no los
guerreros como que pastor lusitano (Viriato).
Y
en la Sierra de Segura, nuestra comarca, estos problemas han sido, corregidos y aumentados. Si Andalucía está
subdesarrollada con respecto a España, la Sierra aún más. Si de Andalucía ha
emigrado mucha población, de la Sierra han marchado desde el final de la Guerra
más de 70.000 habitantes (2 veces la actual población). Si de Andalucía se han
aprovechado de sus riquezas, lo hecho en la Sierra ya no tiene nombre. Como
afirma Emilio de la Cruz: “a una
comunidad de hombres libres, que labraban la madera a golpe de hacha, con
sencillas y eficaces artes hidráulicas, la conducían en carretas o navegaban
sobre ella cientos de kilómetros, que pastaban su ganado y exportaban las
pieles, que hacían sus quesos y cultivaban morera para seda, y los pequeños
huertos en las veguillas de los ríos y arroyos, cazaban y pescaban libremente
porque era del Común..., sobre ella cayó la ineficacia, el abuso, la corrupción
de una administración despótica y cruel de unos funcionarios que eran auténticos
virreyes de la comarca”. Así es cómo la Sierra, que tenía una población próxima
a la de toda la provincia de Albacete, y más densidad que Murcia, cambió de ser
una Comunidad de hombres libres, -como eran hasta el siglo XVIII- a una colonia
maltratada y expoliada: sus hombres, sus bosques, su aceite, su caza, su pesca,
su paisaje y medio natural, ¡ y hasta su nombre!, han sido explotados sin que
sus riquezas apenas hayan revertido en mejorar la calidad de vida para sus habitantes: poseemos
el peor nivel de vida de Jaén, tenemos su peores carreteras, el ferrocarril se pararon las obras y no se
acabó, la madera y el agua continúan llevándoselas, y de nuestro excelente
aceite mejor callarse no sea que nos arrebaten la envasadora, etc, etc…
![]() |
Comarca de la Sierra de Segura |
Pero
el serrano que es un pueblo sabio, que ha aprendido a sobrevivir, y se crece ante las
dificultades, ante la escasez, ante la injusticia, ante el olvido, ante la
incomprensión de los que mandan más allá de los cerros de Úbeda se recuperará,
estoy seguro. Yo pediría a nuestros políticos y gobernantes, que se dejen de
soluciones preconcebidas y de zarandajas, proyecten soluciones de futuro y con
urgencia, y trabajen reunidos en el
proyecto más ambicioso: el desarrollo integral de la Sierra. Que para ser
mejores andaluces, nos permitan soñar, soñar, soñar…, en un futuro en que cada
hijo de la sierra tenga aquí un trabajo, sin tener que salir llorando de su
paisaje, de su medio. En que cada uno sea dueño de su porvenir, con la ilusión
de ser para siempre, orgullosamente, serranos hasta los tuétanos.
Puente
de Génave, todos lo sabéis, es el pueblo más moderno de la Sierra, en él no
existen grandes monumentos, ni ha contado con prohombres que ocupen páginas de
la historia. El puente, de origen romano, por donde circulaba la vereda real -y
cerca la vía Augusta que unía las
provincias Bética y la Tarraconense romanas-, es nuestra principal reliquia. Y
aun así de tantos siglos dejando pasar el agua es difícil de reconocer sus más
de dos mil años de vida. Alguien dijo, y yo le doy la razón, que un pueblo es
lo que es según los moradores quieran que sea. Y el nuestro, desde que existe
como tal, menos de un siglo, tiene la historia del esfuerzo de sus hombres que todos
debemos conocer y apreciar: sólo los pueblos bárbaros ignoran su acervo.
![]() |
Puente Viejo sobre el río Guadalimar |
Hoy
Puente de Génave es un municipio muestrario de Andalucía y orgullo de la Sierra
gracias al tesón, a la laboriosidad de las personas, de sus conciudadanos, que,
con mayor o menor acierto, pero siempre con sacrificio y buena voluntad, practicaron
lo que Jesús pedía en sus bienaventuranzas:
- Maestros
que enseñaban al que no sabía, como D. Pedro, D. Antonio, Dª Ramona o D.
Ernesto.
- Aquellos
otros que dieron posada al peregrino, como Cándido Ortega, Pepe (U para
entender y que no se molesten, por favor, si los cito por el apodo), comida al
hambriento (La Manuela) o de beber al sediento (Joaquín Sánchez “El Pintor”).
- O
cura al malherido (mi padre que más de 100 años dure), o D. Carlos y D. Felipe,
en tiempos en que el hospital de Úbeda estaba en el fin del mundo.
- Quien
recogió al enfermo, de día, de noche, con lluvia o frío (Santiago García,su
hijo Santiaguete o Paco el de La Fonda).
- Quienes,
con un retal, vistieron amablemente a nuestras mujeres (Pepe Luna, Aniceto y Julio; o Pepa Serrano)
- Otros
que, en algunos momentos, alegraron nuestras penas y nos hicieron sonreír (el
teatro de“Maceo”, Longino y su cine Mary-Paz)
- Los
que iniciaron el pueblo, lo urbanizaron y lo arreglaron dejándolo tan guapo
como Juan María padre, Luciano, D.
Eulogio o Cándido, y otros alcaldes y concejales que ya no están entre nosotros
- El
fomento de nuestras producciones, el aceite, debe bastante al trabajo de “los
mayoristas” con el FLAS, ese Saurer alemán que tardaba 100 años pero llegaba a
cualquier rincón, y al impulso del cooperativismo que le dieron unos pioneros
como José María Jiménez y Eladio Bellón.
Y
la lista sería interminable: podadores, maestros de fábrica, albañiles,
electricistas, herreros, carpinteros, talabarteros, zapateros, carniceros,
barberos, boteros, recoveros, molineros, mecánicos, etc… que aportaron lo único
e importante que poseían: lo mejor de
sus vidas en pro del pueblo.
![]() |
Vista aérea de Puente de Génave |
Al
día de hoy, afortunadamente, somos ya un amplio ramillete de hijos del Puente
en las ramas de la ciencia, la cultura y el saber, en los negocios y en la
administración, que expandimos, o deberíamos hacerlo, el nombre de nuestro
pueblo o de la Sierra, pues como dice D. José Bautista somos uno de sus 12
barrios, en los más lejanos rincones del mundo: tenemos representación hasta en
Australia. Sería un desagradecido y un ruin aquél que renunciara a sus
orígenes. Y la verdad es que los nuestros son muy modestos. No somos una
fundación real o de un gran noble; ni fuimos villa patrimonio de la Orden de
Santiago como nuestros vecinos; por aquí pasó pero de largo Santa Teresa; y si
bien Peñolite y Paules ya existían en el Siglo XV, salvo en Las Torres, no
tengo noticias de apariciones de rastros arqueológicos. El origen del casco
urbano de Puente de Génave es muy sencillo: los molinos harineros junto al
Puente Viejo (de naturales de Génave),
la explotación de la mina de plomo de Las Ánimas, y la posada en la intersección de los caminos
reales de Albacete y la Sierra a la Loma y el Condado.
Nuestra
privilegiada posición geográfica, en la actual carretera N-322, encrucijada de
caminos entre Andalucía y Levante, y ser la primera urbe que el viajero halla
cuando llega exhausto de salvar curvas ha permitido la creación de una infraestructura
turística y de servicios que ahora, cuando la variante parece ya un hecho, hemos
de promover firmemente. En lugar de gemir, de llorar penas en la barra de un
bar o jugando al truque, de irritarnos en nuestra soledad, corramos,
reclamemos, reivindiquemos, luchemos unidos. Yo sé, y vosotros supongo que
también, que hay caminos y cauces para avanzar. Utilicemos esta oportunidad
para promocionar nuestros productos, nuestra gastronomía, que el viajero se
quede a comer y a dormir. Tenemos un acervo gastronómico envidiable y
perfectamente encardinado con nuestros recursos y nuestro medio, con unas peculiares formas de “guisar”, y son
unas especialidades típicamente nuestras. He aquí algunos platos: las migas
(ruleras y de pan), la gachamiga, los galianos, los andrajos, el fritado, las
piernas y cabezas asadas de choto o de cordero, la amplísima variedad de ajos
(el “atado”, el de harina o el de pringue, el mulero, el de “crillas molidas”,
el “moje”, la pipirrana, los guiscanos o espárragos revueltos o con tortilla,
las morcillas (negra, güeña, blanca o de arroz), los chorizos, los embutidos y
platos de caza, o los postres herencia del amor a los dulces árabes (los
suspiros, las yemas, los roscos de baño, los panetes, los pestiños, el
merengue, las tortas (de manteca o de aceite o dormidas), las galletas
redondas, alargadas y de piñones, los polvorones…). Todavía nuestras madres y
abuelas conservan en papelillos las
recetas de sus ingredientes y cómo confeccionarlos, rescatémoslas pues; no
perdamos esas tradiciones y, sobre todo, sepamos venderlas.
![]() |
Dulces tradicionales |
Y
todas estas especialidades culinarias hechas con aceite de oliva virgen extra,
que no os engañen las denominaciones, el rey de la cocina del sur de Europa,
que no es posible concebirla sin él. Ese “oro líquido” como lo llamó Homero y
que, como acaban de confirmar los más distinguidos especialistas en medicina y nutrición, y ya lo sabían nuestros
antepasados, es un fantástico remedio terapéutico y medicinal.
Porque
ningún árbol y ningún ser vivo, el hombre aparte, es más representativo de la mejor
cultura mediterránea que el olivo. Es el símbolo de la paz, de la fecundidad,
de la salud. A Adán, cuenta una fábula hebraica, ya lo enterraron con un hueso
de aceituna por si resucitaba, los atenienses y los romanos ofrecían guirnaldas
de hojas de olivo y ampollas de aceite a sus triunfadores, a Cristo lo
recibieron con ramas de olivo en son de paz, los embajadores también así llegaban, y el
símbolo universal de la paz, la célebre paloma de Picasso, lleva en su pico una
rama de olivo, ¡y quién no tomó de chico pan con aceite para dar un estirón!. A
nosotros que tanta alegría nos da cuando
lo vemos cargado de flores o aceitunas esperando la próxima cosecha no tienen
que hablarnos de él, siempre lo hemos mimado, cuidado con esmero porque es un
árbol, triste pero agradecido. A nosotros no nos parece una tontería la leyenda
que dice que reunidos todos los árboles para elegir rey, hicieron al olivo. Y
sin embargo él renunció a tal cargo respondiendo: “Es demasiado importante la
misión que Dios me ha asignado para el bien de la Humanidad para que pueda
gastar mi tiempo en ocupaciones de gobierno”.
He
aquí una poesía que le dedicó Machado desde cerca de nuestra tierra:
¡Olivar y olivareros,
bosque y raza,
campo y plaza
de los fieles al terruño
y al arado y al molino,
de los que muestran el puño
al destino
los benditos labradores,
los bandidos caballeros,
los señores
devotos y matuteros!...
¡Ciudades y caseríos
en la margen de los ríos,
en los pliegues de la sierra!...
¡Venga Dios a los hogares
y a las almas de esta tierra
de olivares y olivares!.
(A Manuel Ayuso, de Beas).
Amigas
y amigos, hermanos, esa palabra tan bella dicha con tanto sentimiento y
afecto por un serrano, unas palabras finales salidas desde lo más profundo de
mis pensamientos. En estos momentos en que a mí me tocó hacer el pregón de las
fiestas, -y confieso que me ha costado
esfuerzo porque el estilo de expresarme en mis escritos técnicos es diferente-, un primer recuerdo hacia mis familiares
y amigos, y hacia todos aquellos que estos momentos alegres añoran su patria
chica y, por desgracia, no se hallarán entre nosotros en nuestras fiestas.
Hoy
mi memoria se vuelve a cuando era un chiquillo y (des)contaba los días que
faltaban para las fiestas y la feria. Hoy pasan por mi mente aquellas imágenes
que se conservan colgadas de las paredes o las conversaciones costumbristas que
nos hacen sonreír. Recuerdo los toros o vaquillas, el circo, los coches locos,
la feria de ganados, los pasacalles, los gigantes y cabezudos, la pólvora, los
cacharricos, las casetas de tiro, el fotógrafo, los turroneros, los charlatanes
y vendedores de mantas, sartenes y baratijas… Hoy especialmente rememoro la
alargada ristra de personas que entonando canciones, plegarias y vivas al
santo, procesionaban y paseaban en andas a San Isidro lleno de billetes y
flores, durante horas por nuestras casas, recién enjalbegadas, rogándole que
bendijera a nuestras familias, a nuestro pueblo, y a nuestros campos y
cosechas.
![]() |
Pasacalle tradicional de Gigantes y Cabezudos. |
Y
recuerdo, permitidme, cómo no, a nuestras mujeres, a nuestros niños vestidos de
serranas y serranos, y la belleza de nuestras huertas, nuestros patios y
nuestras macetas en flor. Todo luciendo su gracia y señorío en la fiesta mayor:
en SAN ISIDRO.
Hermanas
y hermanos, termino ya. Con el permiso de la alcaldesa, se abre el telón y
comenzará el baile de lo nuestro, espero que no de la tabarra de carretas,
rocíos, amarraos a tu cintura y a la sombra de los pinos. Ya está aquí lista la
fiesta, las banderas y colgaduras, los gallardetes, casetas y sombrajos. Ya
estamos esperando a la coral ya a la banda de música. Demos pues paso a lo autóctono, a las canciones y
danzas del Puente y de la Sierra.
Vecinos
y forasteros, alegres y gozosas fiestas en paz, libertad y armonía, y que San
Isidro nos ayude y proteja.
¡¡¡¡¡¡¡ Y
VIVA SAN ISIDRO!!!!!!!!!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario