martes, 23 de febrero de 2016

RECORRIDO POR LA HISTORIA EN LA SIERRA DE SEGURA. ( V )

Aunque la época de dominio visigodo siempre ha permanecido de una forma significativamente opaca en nuestras referencias históricas, no podemos dejar pasar por alto su presencia durante tres siglos en la historia de la Sierra de Segura. A continuación presentamos una simple, pero ilustrativa, reseña histórica de su presencia en nuestras tierras.

Quinta Parte.- VISIGODOS
            Hundido el imperio romano de occidente. La situación es absolutamente crítica en Hispania, pues está con todos sus recursos agotados, el ejército descuida la seguridad de las fronteras, los potentados abandonan las ciudades, no hay dinero en las arcas del Estado, suben los impuestos y escasea la mano de obra. La sociedad se encuentra dividida, por un lado los que no tienen nada; por otro, los latifundistas y las altas jeralquías de la Iglesia. 
Ocupación de los pueblos bárbaros del Imperio Romano de Occidente

Aprovechando la débil situación de Hispania, grupos de pueblos europeos comienzan a entrar por el norte en tareas de pillaje. El ejército romano no se encuentra en situación de hacerles frente y llama a sus pueblos asociados, los godos, para combatir (416 d.C.) a los suevos, vándalos y alanos. Firmaron un acuerdo con Roma y se establecieron en el sur de las Galias, donde crearon el reino de Tolosa (Toulouse). Ciertamente la debilidad del dominio romano, propiciaron la continua afluencia de visigodos a la península, llegando incluso en la zona del noreste y del centro a establecer la Lex Visigothorum, una vez que se produjo la caída del Imperio Romano de Occidente (476 d.C.). El territorio de nuestra sierra quedó al margen de este dominio, pues su abrupta geografía sirvió de perfecto aislamiento a su ya escasa población, convirtiéndose en una zona denominada La Oróspeda por los griegos (de “oros” que significa fin y “paidos” que equivale a llanuras), al ser su población más destacada Oróspeda, la que se cree actual Segura de la Sierra, según las descripciones de los geógrafos griegos Ptolomeo y Estrabón.
Oróspeda....Segura de la Sierra

Pero la afluencia masiva de visigodos hacia la península se produjo después de la derrota sufrida frente a los francos en la batalla de Vouillé (507), ocupándola casi en su totalidad a excepción de la zona noroeste que se mantuvo ocupada por los pueblos suevos. La convivencia con los hispanorromanos fue posible gracias a que no fueron un pueblo invasivo sino que aceptaron formas y estructuras romanas, cambiando poco la organización político-administrativa, aunque la situación económica era bastante deteriorada provocada por la explotación masiva de recursos realizada en la época romana.
Campaña de Leovigildo

A mediados del S.VI el dominio de la península por los visigodos no era del todo uniforme, quedando amplias zonas del noroeste en manos de los suevos y muchas zonas donde la influencia era prácticamente nula lo que permitía a la aristocracia hispanorromana vivir con cierta autonomía, debido principalmente a las desavenencias y disputas por el trono.
Hebilla encontrada en la Sierra de Segura
En este contexto, el noble Atanagildo pide ayuda al Emperador de Bizancio, Justiniano I, para salvar la oposición del rey visigodo Agila I (552 d.C.), concediendo a cambio un dominio en la costa levantina y la mayor parte de la actual Andalucía, incluido los territorios de la Orospeda, a los bizantinos que lo denominaron la Provincia Bizantina de Spania, aunque hay que considerar que su influencia en tierras de lo que hoy es la Sierra de Segura fue prácticamente nula, por lo que la aristocracia latifundista hispanorromana aprovechó esta circunstancia de vacío teórico de poder para, aprovechando el relieve sinuoso de nuestra sierra, para escapar a cualquier tipo de control, especialmente en la cabecera del río Segura, viviendo en una independencia práctica en la llamada provincia de Orospeda, hasta que el rey Leovigido procedió a su conquista y sometimiento (570-577 d.C.), imponiendo su autoridad y control en una población empobrecida al haberse reducido enormemente el comercio hacia el Mediterráneo, ya que la costa levantina desde Valencia hasta Cádiz continuó hasta el año 624 d.C. en manos del enemigo bizantino.
Ducados Visigodos peninsulares

Los visigodos dividieron sus territorios en ocho ducados o provincias, al mando de un dux que por mandato real administraba justicia, cobraba impuestos y regentaba el ejército que le servían para controlar los condados en los que se dividía cada provincia, llamados conventus, donde las autoridades eclesiásticas fueron alcanzando progresivamente mayor influencia social y política. La Sierra de Segura se convirtió en conventus o condado, llamado Orospeda, siendo uno de los siete en los que se dividió la provincia de Aurariola que tenía su capital en la actual Orihuela (Alicante), mientras que el resto de la provincia de Jaén quedó encuadrada en la provincia Bética.
Agujas y alfileres visigodos encontrados en la Sierra de Segura

            Los grandes señores pertenecientes a la alta nobleza visigoda dominaban extensas posesiones donde cultivaban los mismos productos que la época anterior, siendo las zonas más fértiles las correspondientes con los valles del Guadalquivir y el Guadalimar. Estos señores tenían bajo dominio a una escasa población de campesinos a los que utilizaban en beneficio propio al establecer explotaciones latifundistas donde nunca se renunciaba al pastoreo como forma complementaria de explotación. La caza y la explotación del bosque segureño también supuso una importante fuente de riqueza ya que la madera era básica para la construcción y para la elaboración de útiles del hogar, especialmente platos y vasos.
Moneda visigoda


Ciertamente la presencia visigoda se diluyó al incorporar formas de vida y estilos de explotación romanos, adoptando tanto su administración política como sus modelos económicos, no aportando elementos significativos a nivel cultural a una población que siguió con sus dinámicas, aceptando a la nueva clase dominante y su desvinculación de Roma como un hecho natural que no alteró significativamente su vida. Como dice el insigne historiador G. Ripoll “la ocupación visigoda no fue un cambio estructural sino una superposición administrativa”. Por ese motivo el aprovechamiento de construcciones y elementos fue lo más lógico, por lo que no existen gran cantidad de restos de origen visigodo en nuestra sierra al ser una zona poco poblada.
Tumbas enlosadas descubiertas en Siles

Debemos destacar algunos restos en las excavaciones en Bujaraiza y unos restos funerarios entre los que destaca el collar de cuentas encontrado en Parolís, que junto con Gontar se convierte en clara herencia germánica al ser este el origen de esos topónimos. En el resto de la provincia destacan las necrópolis de Cerro Salido en La Guardia y la de Cerro Miguelico en Torredelcampo.
Tumba de la necrópolis visigoda de Cerro Salido
(jt) Segura Verde

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