lunes, 14 de junio de 2021

TE QUIERO, PUENTE DE GÉNAVE...!!!

CON MI PUEBLO EN EL CORAZÓN.

Quiero decir, Puente de Génave, que te amo, que amo tus calles, tu río, tus fiestas, que te amo a ti. Amo la fraternidad y la solidaridad de esta tregua en la que la gente se mira, se sonríe y se saluda diciéndose… ¡buenos días!, y los días son bueno de verdad. El amor, el entusiasmo y el alborozo son los que te construyen y cada uno es responsable de su trozo de pueblo y de la dicha que cabe dentro de él.

Te conozco pueblo mío y sé que, en ti, la vida canta su irrepetible e interminable cántico. Sé también que tus gentes consideran un inapreciable privilegio haber nacido dentro de ti, habitante, sentir tu atractivo y contagiarlo a quienes lo visitan. Aquí como cualquier otro puenteño o puenteña, hemos pasado la infancia, transcurrir la adolescencia y desde la juventud crecer a nuestros mayores.

Aquí he escuchado el percutir de la lluvia en sus fríos y largos inviernos y el cálido rumor de los mediodías agosteños. He soñado en tus altas y estrelladas noches de verano, he sentido tu silencio, el hondo silencio, “donde habita el olvido” y esos tantos recuerdos que atesoro con cariño. Aquí en estos pasajes hemos configurado nuestras vidas. Por eso me enorgullezco de poder decir, ¡soy del Puente!...

Nosotros como jóvenes sabemos que todo lo que se resigna a sobrevivir nace destinado, no entristece porque es vivir lo que importa. Y vivir no es continuar viviendo nada más, es participar del misterio generoso de la vida, de sus enigmáticos vaivenes, de sus devaluadas siembras y recolecciones. Es crear vida. Porque si hay algo que nos distingue, es nuestra capacidad de esperanza, esa certeza de que horas más oscuras de la noche son las que preceden a los amaneceres, como queda expresado en ese oráculo de Isaías: “Centinela!, ¿Qué ves en la noche?. –En la noche he visto llegar la mañana.

Un pueblo con sus gentes, y también con sus mayores, mayores que vivirán la nostalgia de aquellos otros tiempos en que los protagonistas fueron ellos. Y cuando suene el estampido de las gentes en las calles, discurrirán por sus pupilas escenas semejantes de otros tiempos donde rebosaban juventud, porque ellos saben que la vida se vive y está vivida y la canción se canta y está cantada.

Yo deseo, Puente de Génave, que nos cuajen en espigas sueños y afanes, que nuestras casas se abran a la luz, que nuestro Santo Patrón, San Isidro, mantenga la fe ilesa en la esperanza de un mañana mejor, abriendo años futuros con senderos de bienestar y prosperidad para nuestro pueblo. Y que cuando nos hallemos lejos de ti, se nos convierta la lentitud en prisa y se nos haga leves y ágiles los pasos para el alborozo del retorno.

Juani López.


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