lunes, 15 de marzo de 2021

EL TAMARAL, ALGO MÁS QUE UNA ALDEA.

El municipio de Puente de Génave está formado, además de su núcleo urbano, por las aldeas y núcleos de población de Los Avileses, Cortijos Nuevos, Paules (ya deshabitado), Peñolite y El Tamaral. Será a esta ultima aldea a la que queremos hacer referencia, dando cuenta de su evolución y estructuración poblacional a lo largo del tiempo. Para ello recogemos un artículo publicado en el libro de fiestas en honor a Sta. Teresa del año 2003 firmado por Ramón Gallego, actual alcalde del municipio de Puente  de Génave. 

APUNTES SOBRE EL TAMARAL

Hablar del Tamaral significa inexorablemente echar la vista atrás y conocer cuál fue el origen de este magnífico y espléndido cortijo porque el pasado reciente es algo que conocemos todos. Intentaremos llegar a este lugar al que la memoria ya no consigue acceder y donde entran en liza archivos y documentos históricos. Parece ser que los primeros tamaraleños, valga la expresión, provenían del levante peninsular, concretamente de la actual provincia de Murcia, de localidades como Mula o Lorca (1843), aunque ya en 1831 tenemos la primera referencia al Tamaral como lugar habitado.

Situación de El Tamaral dentro del término municipal de Puente de Génave

Los primeros habitantes ocuparon durante mucho tiempo las Cuevas de El Tamaral, origen de lo que posteriormente fue el cortijo que todos conocemos. La razón de ocupar las cuevas era bastante obvia, puesto que los inmigrantes que las habitaban eran gente humilde y pobre de solemnidad y venían, como se suele decir, con lo puesto de sus lugares de origen. Este primer flujo de inmigrantes provenientes de una zona más alejada de la Sierra de Segura tendrá que ver con una crisis de subsistencia que abarcó durante las primeras décadas del S. XIX a gran parte del sureste español (Almería, Murcia y Alicante).

Núcleo poblacional de El Tamaral

En honor a la verdad tendríamos que decir que otros cortijos muy cercanos al Tamaral se ocuparon muy tempranamente como es el caso de la Cornicabra, que en 1740 estaba ya habitado con toda seguridad; o Paules cuyas primeras referencias datan de 1682, aunque en este caso la situación del enclave junto a una importante vía de comunicación explica claramente su pronta ocupación, aunque la existencia de un fuerte bandolerismo boqueó la instalación de asentamientos humanos en fechas anteriores.

Viviendas junto a la carretera Paules-Peñolite

La importancia que va adquiriendo el Tamaral se refleja en la segunda mitad del S. XIX cuando un gran flujo poblacional procedente de las aldeas situadas en la parte más interna y agreste de la Sierra de Segura se van instalando poco a poco, completando la labor iniciada muchos años antes y configurando el Tamaral como uno de los anejos más importantes del municipio de la Puerta de Segura primero y de Puente de Génave después. Ello se ve corroborado en 1898 cuando el pedáneo del Tamaral (Tiburcio Ruiz Pérez) se encargaba de la administración municipal, no sólo del Tamaral sino también de Los Prados, La Cornicabra, El Entredicho, La Venta del Tufo y de Paules. El Tamaral también tenía representante en el Ayuntamiento de La Puerta de Segura por aquel entonces, y así, en 1897, Marcelino Martínez Morcillo era concejal electo de dicho ayuntamiento.

Situación de los cinco núcleos de viviendas que componen la aldea

La trayectoria hasta mediados del siglo XX de la aldea de El Tamaral es realmente impresionante pues se habían roturado prácticamente todas sus tierras y puestas en cultivo, incluso instalándose una primaria fábrica de aceite cuyos socios mayoritarios fueron Cándido Martínez, el de la Venta de la Balbina, y José maría García “Perejiles” originario del propio Tamaral, y como socios fundadores minoritarios estaban las familias Torres, Segura, Avilés, Samblás y Jiménez, todas ellas del mismo Tamaral. De manera premonitoria el fin de la fábrica coincidió con los inicios del éxodo poblacional que dejó el Tamaral tal como lo estamos conociendo hoy en día.

Fiestas Santa Teresa. Año 2003

Ramón Gallego Martínez

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