miércoles, 23 de marzo de 2016

LA TRADICIONAL SEMANA SANTA PUENTEÑA. El Encuentro.

En la Semana Santa de 2014, publicamos un escrito basado en las recopilaciones realizadas por nuestro paisano Pablo García González. En ellas se nos ofrecía una fiel descripción de las celebraciones de nuestra tradicional Semana Santa Puenteña, tal y como nuestros padres y antepasados las vivieron en otras épocas.
Ya en aquella ocasión se describió con todo detalle el primero de los tres actos procesionales, es decir, el Prendimiento de Jesús Nazareno en el Cortijo de la Ánimas, o “Emprendimiento” que era como nuestros antepasados lo solían popularmente llamar. Ahora afrontamos la descripción del segundo acto,  el "Encuentro", que se continúa celebrando con otras características y particularidades, en la mañana de Viernes Santo. 
Es cierto que nuestra Semana Santa ha evolucionado, es cierto que nuevos aires de modernidad la han invadido, sin saber bien con qué intencionalidad, es cierto que sus actos pueden haberse enriquecido; pero no sería nada desdeñable que sus máximos responsables, indudablemente encabezados por nuestro cura párroco, volvieran la vista atrás y recuperaran, total o parcialmente, la escenificación que dio personalidad y particularidad, durante tanto tiempo, a nuestra tradicional Semana Santa.
Todo es posible y además compatible, sólo hace falta capacidad de adaptación y voluntad de esfuerzo para crear una extraordinaria Semana Santa Puenteña, que con base en la tradición, evolucione con paso firme hacia el futuro. 

Nuevamente hacemos un llamamiento a toda esa gente que se ocupa y se preocupa por nuestra Semana Santa, pues estamos convencidos que estos planteamientos que nos acercan más a nuestras raíces culturales, serán comprendidos y entendidos, desde el diálogo y el trabajo, para, sin dejar de progresar con las diversas iniciativas que se han llevado a cabo, no dejar en el olvido aquello que nos caracterizó y dio personalidad a nuestra Semana Santa.
Introducimos un vídeo de Miriam Teruel Endrino realizado en el Encuentro del año pasado 2015.
        https://youtu.be/Ud-hZQgRzRU

EL ENCUENTRO
            El Viernes Santo, muy temprano, cuando el sol apenas si tenía un poco de fuerza para iluminar un nuevo día, salían de la iglesia dos procesiones que recorrían itinerarios diferentes. La primera formada solo por mujeres, llevaba la imagen de la Dolorosa, mientras que la otra, donde solo participaban hombres, llevaba la imagen de Jesús Nazareno cargado con la cruz y custodiado por soldados romanos que, como ya se ha explicado, lo habían apresado la noche de Jueves Santo en esa escenificación que tenía lugar en el Cortijo de las Ánimas.
            Tras recorrer diferentes calles del pueblo, ambas procesiones coincidían en la plaza de la Iglesia. Todos los participantes en este acto, mostraban su gran emoción por lo allí representado, que no era otra cosa que mostrar la desesperación de una madre que deambulaba por las calles del pueblo en busca de su hijo que había sido condenado a muerte y caminaba hacia su calvario. Ambas imágenes, al encontrarse, se detenían una frente a la otra, quedando inmóvil la imagen de Jesús Nazareno, al tiempo que se abría un pasillo por el que avanzaba rápidamente la imagen de la Dolorosa hasta quedar a escasos metros de la imagen que sustentaban los hombres, pues ese era el momento en el que la guardia romana se interponía entre ambos, entrecruzando sus lanzas y al grito de “se prohíbe el paso, Señora”.
            A continuación retrocedían las personas que portaban las andas de la Virgen de los Dolores y, tras unos instantes de quietud, volvían a intentar el acercamiento hasta la imagen de Jesús Nazareno, reproduciéndose la misma escena acompañada del mismo grito.. ”se prohíbe el paso, Señora”. Nuevamente la imagen de la Dolorosa retrocedía ante el impedimento de la guardia romana. Evidentemente se producía un tercer intento de acercamiento de las dos imágenes que producía la misma consecuencia y el mismo grito por parte de la guardia romana.. “se prohíbe el paso, Señora”, pero en esta ocasión aparecía de entre las personas presentes la figura de una ángel que gritaba con voz contundente.. “bajad las armas, sayones”… momento en el que las dos imágenes quedaban pegadas la una a la otra.
El encuentro se había producido y en ese instante se producía una leve inclinación de la imagen del Jesús Nazareno que, a modo de reverencia, aparecía así ante su madre antes de iniciar su camino hacia el Calvario. Acto seguido se iniciaba una procesión conjunta por la calle San Isidro abajo como simbolismo de ese camino hacia el martirio, siendo el final del recorrido otra vez la iglesia.
De esta forma tan gráfica se ponía fin al segundo acto de la semana santa de Puente de Génave, el llamado encuentro glorioso, que había sido precedido, la noche anterior, por el prendimiento y que tendría continuidad el domingo con la escenificación de la resurrección. 

1 comentario:

  1. Se decía y dice,aunque hace algunos años que no lo presencio:"Se probide el paso Señora" y esas palabras las pronunciaba en los años 50 y los primeros de los 60 un hombre que todos los años se disfrazaba e interpretaba en las procesiones el papel de Satanás

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