Nos encontramos, prácticamente, en
las puertas de las que quizás sean las fechas más señaladas dentro de nuestro
particular calendario. Y está próxima la Navidad. La razón es bastante evidente, pues en ellas
alcanza notorio protagonismo las sensaciones de fraternidad, las emociones
personales fluyen con especial intensidad a pesar de confundirse con aspectos
más cotidianos, la generosidad y solidaridad se engrandecen y a todos,
absolutamente a todos, nos envuelve una invisible aureola que lo empapa todo
con el tiempo con la consabida magia de la Navidad.
Van a ser momentos de cercanía, donde
las distancias se acortan y los kilómetros no serán obstáculo para que nuestros
buenos deseos y nuestro recuerdo estén presentes en todos los rincones, allá
donde esté nuestra gente, allá donde alcance el impulso de nuestro corazón,
hasta ese lugar por muy lejano que esté, haremos llegar nuestros mejores deseos
a todos los que queremos y también añoramos. Por ese motivo, a vosotros, los que estáis ahí siguiendo nuestras
publicaciones, y porque mostráis con ese seguimiento vuestra cercanía, os
deseamos una FELIZ NAVIDAD y un venturoso AÑO NUEVO.
Nos vamos a dejar llevar
por esa enorme catarata de felicitaciones y parabienes, buscando con intensidad
encuentros y alegrías, dejando siempre en nuestro corazón el hueco para el
recuerdo, especialmente el de aquellos seres queridos que ya no están, tratando
de llenar el desconsuelo y el dolor de su ausencia con la sonrisa hacia los que
nos rodean, mostrando que su memoria siempre será fuerte y que su presencia
estará viva entre nosotros.
Puede que sean cosas de la
edad, no lo sé…pero conforme pasan los años buscamos en mayor medida refugio en
las tradiciones, buscamos, con la escusa de crear ambiente navideño, decorar
con mil y un elementos de luz y color nuestro hogar, dar la pincelada navideña
a cada rincón de la casa y buscamos hacerla más acogedora y agradable.
Decoramos el árbol, buscamos y rebuscamos en los cajones hasta encontrar todos
los elementos que nos permitan confeccionar el nacimiento y ya empezamos a
preocuparnos por los regalos que siempre adquieren protagonismo por estos días.
Es cierto que los nuevos
tiempos traen costumbres nuevas, que la innovación tecnológica no hace cambiar
de hábitos convirtiendo este tiempo en un continuo contraste entre tradición y
modernidad. Ya son pocas las felicitaciones que utilizan la tradicional tarjeta
navideña, ahora es más usual el correo electrónico o el más moderno whatsapp,
sustituimos la buena carne o el tradicional pollo de corral por algo que parece
estar más de moda como es el marisco, relegamos a los Reyes Magos para darle
protagonismo a Papa Noel, nos martilleará el sonido del móvil cuando utilicemos
el instagram o el twitter para compartir al instante nuestras vivencias
navideñas pero dejaremos a un lado el sonido de la zambomba y la pandereta
solían acompañar a los tradicionales villancicos, villancicos que acompañaban a
la chiquillería cuando iban, Puente Viejo “parriba” o Puente Viejo “pabajo”, de
casa en casa pidiendo el aguinaldo o “aguilando”, que para el caso es lo mismo,
a cambio de aquellos riquísimos caramelos de anís.
Sí,… sí,… acepto que me
digáis nostálgico, y claro que eran otros tiempos, pero eran tiempos donde se
saboreaba la Navidad de otra forma, era todo más simple, más entrañable, más
cercano y, quizás, más verdadero. Ahora utilizamos el facebook y a todos esos “amigos”
que tenemos les felicitamos con una imagen que hemos copiado y pegado en
nuestro muro. No quiero con ello criticar esta actitud, me parece muy loable y
respetable, y entiendo que son nuevos tiempos y el tributo a la evolución tecnológica,
no obstante permitidme, aunque sea sólo de forma testimonial, que me regocije
en el recuerdo de aquellas celebraciones y del aroma que impregnaban,
permitiéndome la licencia de recomendaros que no perdamos ese espíritu de
concordia, ese espíritu que, en estos días, hace que vivamos más en la alegría
y permite que nuestro corazón sea más permeable a sensaciones y emociones
diversas.
Hagamos entre todos que
esta Navidad se llene de sonrisas y abrazos, aunque estos sean virtuales, ¡qué
más da!; mostremos nuestra afectividad, nuestra cercanía, miremos lo bueno,
recuperemos la reflexión y reconsideremos posturas, en definitiva… mostremos
con gestos y con palabras nuestros mejores deseos de felicidad.
Os queremos dejar a modo de regalo gráfico el excelente calendario que ha confeccionado nuestro paisano Nino Sánchez con diversas estampas y perspectivas de nuestro pueblo.....aunque antes queremos dejar constancia de nuestro más sincero deseo....
Os queremos dejar a modo de regalo gráfico el excelente calendario que ha confeccionado nuestro paisano Nino Sánchez con diversas estampas y perspectivas de nuestro pueblo.....aunque antes queremos dejar constancia de nuestro más sincero deseo....
Que tengáis todos una NAVIDAD dichosa y un venturoso AÑO NUEVO.
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