Si existe un momento histórico que aporte extraordinario esplendor al territorio de la Sierra de Segura este, sin lugar a dudas es la época de dominio islámico. El hecho de permanecer como frontera, primero bajo control musulmán respecto al reino de Castilla con sede en Toledo y después bajo dominio cristiano durante dos siglos frente al reino de Granada, le confieren un carácter de importancia vital, por lo que su geografía se salpicó de numerosas fortalezas y construcciones defensivas, cuyos restos han llegado hasta nuestros días.
Sexta Parte.- AL - ANDALUS ( I )
Si hay un pueblo que ha dejado
claramente su huella en la Sierra de Segura, este es el pueblo árabe. Los
árabes entran en la Península en el año 711 para permanecer en ella durante
prácticamente ocho siglos. Evidentemente al ser un periodo tan extenso, se
producen en nuestro territorio cambios extremadamente sustanciales en las
formas de vida y costumbres, así como en las técnicas y estructuras productivas.
La Península Ibérica se convirtió en un centro de convivencia entre culturas,
evidentemente en periodos de paz, que fueron amplios y productivos, donde
cristianos, judíos y árabes articularon en armonía social, cultural y económica
un continuo intercambio en un territorio que se denominó Al-Andalus.
Es de suponer que la presencia de los
árabes en nuestra sierra fue, en un primer momento, de ocupación militar de las
posiciones visigodas, y que sería motivada por el control de las rutas
tradicionales que unían las zonas costeras mediterráneas con la importante
ciudad de Cástulo. Se ha constatado que el señor feudal godo de nombre
Teodomiro, ofreció importante resistencia a las fuerzas musulmanas hasta que
fue obligado a huir, pero la mayoría de la población siguió ocupando sus
lugares de residencia, sin cambiar rutinas o forma de vida, convirtiéndose en
los llamados mozárabes, o lo que es lo mismo, cristianos que en teoría eran
conversos pero que no practicaban el islamismo ya que sus nuevos dirigentes de
origen árabe o sus viejos dirigentes visigodos convertidos al Islam a cambio de
seguir manteniendo sus posesiones, llamados muladíes, no ejercían ningún
control sobre el cumplimiento del culto al Corán ya que sólo les interesaba
seguir percibiendo impuestos y gozar de sus privilegios. De hecho, durante el
S. IX está constatado que se produjeron diversas revueltas y sublevaciones de
origen muladí, que en la Sierra de Segura tuvieron especial incidencia al tener
un relieve cerrado e intrincado y, por lo tanto, seguir manteniendo firmes
raíces hispanas sus habitantes.
En esta época la actual provincia de
Jaén estaba dividida en diversas “coras”, que eran circunscripciones
territoriales constituidas por “distritos”, a los cuales pertenecían diversas
fortalezas, aldeas o ciudades. El distrito de Segura pertenecía a la cora de
Jaén que estaba regida por un representante civil de la administración central
cordobesa. Después, con la desaparición del Califato Omeya se forman diferentes
señoríos independientes, más autónomos de Córdoba, existiendo en Segura el
gobernado por Said B. Rafil que más tarde se incorporó en la Taifa de Denia. Es
de destacar que el insigne poeta arábigo
andaluz Ibn Ammar encontró refugio en Segura al huir del rey de la taifa de
Sevilla, Al Mutamid, que lo consideró un traidor, encontrándolo en 1086 en
estas tierras y darle vengativa muerte.
La Sierra de Segura constituía la
ruta obligada de comunicación entre Andalucía y Levante y por lo tanto eje
estratégico para controlar ambos dominios. Mesnadas de soldados, comerciantes y
ganaderos debían atravesar por estos caminos flanqueados por pequeñas
fortalezas y torres de vigilancia.
En el año 1091, Segura es ocupada por
los almorávides que se la habían disputado al rey de Sevilla, convirtiéndose la
zona en región fronteriza con carácter militar, por lo que será punto de
enfrentamiento entre cristianos y musulmanes. El río Guadalimar en 1132 será
lugar de concentración de las tropas almorávides contra los cristianos de
Toledo. En 1140 comienzan las sublevaciones andalusíes contra los almorávides.
Ibrahim B. Hamusk, rey que dominó este territorio dejando su huella en diferentes topónimos como el paraje de Peñamujo en Pontones, les arrebató en 1147 la fortaleza de Segura, para años más
tarde ponerla en manos de los almohades como fórmula de defensa de la agresión
que su propio suegro, Ibn Mardanis, estaba realizando. De esta forma tan
particular los almohades ocupan nuestra sierra, siendo desde aquí donde lanzan
una fuerte ofensiva contra el reino de Castilla, siendo nuestras tierras el
punto de partida del ejército musulmán
liderado por Yusuf II que derrotó a Alfonso VIII en la batalla de
Alarcos, muy cerca de Ciudad Real, en 1195.
Los habitantes de las aldeas,
refugios y fortalezas de la Sierra de Segura asistían pacientes, pero alertas,
a tanto revuelo de ida y vuelta, a intrusiones y expulsiones, intrigas,
escaramuzas y rebeliones, unas veces gobernados por señores almorávides otras
por almohades. Pero siempre estuvieron atentos al cultivo de sus huertos y
frutales regados con abundante agua de los ríos e incluso embalses como el de
Amurjo en Orcera, construido por Hamusk, de donde le viene el nombre. No
descuidaban el pastoreo de sus ganados, las labores de extracción de la miel ni
de la madera, material esencial en la historia de la Sierra de Segura, de la
que se extraían vigas y pilares para sus construcciones de andamiaje y para
trabajos finos de mobiliario y ebanistería. De sus pinos sacaban la resina que
utilizaban en la construcción naval así como su madera, muy apreciada en la
construcción de barcos, madera que extraían utilizando los caminos del agua que
fijaba el río Guadalimar hasta llegar a los astilleros costeros situados
Guadalquivir abajo, según ha documentado Emilio de la Cruz.
La Sierra de Segura en sí supone, por
lo intrincado de su relieve, una verdadera defensa natural, a la que hay que
sumar diversas construcciones defensivas que han dejando importantes restos en
la comarca, destacando las fortalezas, castillos menores y torreones, en su
mayoría de control y vigilancia. Pero eso lo abordaremos con más detalle en el
siguiente capítulo.
(jt) Segura Verde
(jt) Segura Verde
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