Después de un largo periodo, volvemos a nuestra dinámica de publicaciones relacionadas con la Sierra de Segura y con Puente de Génave. A finales de abril pasado pusimos en marcha este periodo de lapsus temporal motivado por participar en una preciosa empresa solidaria que pretendía dar a conocer, y también recoger fondos para su investigación, esa enfermedad que azota de manera significativa la Sierra de Segura y que no tiene tratamiento paliativo o curativo como es el Insomnio Familiar Fatal. Ahora volviendo la vista atrás, y con cierta perspectiva de tiempo, podemos asegurar que recorrer los 1374 km. que separan el Hospital de la Sierra de Segura hasta Santiago de Compostela ha cumplido sus objetivos. Un Camino Solidario que durante 40 días tuvo momentos y circunstancias especiales e inolvidables, y son todas esas vivencias las que pretendemos haceros llegar en esta memoria que por su extensión dividimos en dos entregas.
(1ª parte........)
El proyecto de Camino Solidario empezó a tener forma y cuajar hace casi dos años. Al ser un proyecto de ámbito solidario a beneficio de la Asociación contra el Insomnio Familiar Fatal de Jaén tuvo necesidad de una estrecha colaboración con los miembros de esa Asociación y de esa coordinación surgieron diferentes iniciativas con dos claras finalidades, la primera la recaudación de fondos que serían íntegramente destinados a la investigación y una segunda estructurada en la planificación y posterior ejecución del propio Camino de Santiago como elemento de resonancia y visibilidad para el conocimiento público de las particularidades de esta terrible enfermedad llamada rara y mortal.
Debemos mencionar que desde el primer
momento tuvimos la enorme colaboración de particulares y empresas de toda la
Sierra de Segura, quien con sus aportaciones contribuyeron decisivamente al
desarrollo de los objetivos planteados, así como de la mayoría de ayuntamientos
de la comarca que se implicaron de forma clara y directa, siendo de justicia el
nombrar la enorme solidaridad de los alcaldes o alcaldesas, donde destacamos
por su enorme compromiso a los de Hornos de Segura, Segura de la Sierra y
Puente de Génave, así como también los de Génave, Torres de Albanchez, La
Puerta de Segura, Orcera y Santiago-Pontones. Fruto de esta colaboración surgió
la posibilidad que el propio presidente de la Diputación Provincial, D.
Francisco Reyes, viniera a nuestra comarca para, en su sencillo acto, ofreciera
en nombre de todos los municipios y de toda la provincia de Jaén su despedida
oficial y pusiera en nuestras credenciales de peregrino el primer sello del
recorrido.El Presidente de la Diputación de Jaén
junto con diversas autoridades y miembros
del Proyecto de Camino Solidario
Sierra de Segura - Santiago de Compostela
En lo meramente relacionado con el
Camino de Santiago teníamos claro que nuestro lugar de salida sería la comarca
de la Sierra de Segura, y así después lo hicimos constatar en nuestras
credenciales de peregrinos. La intención era clara, pues pretendíamos globalizar y relacionar
nuestro Camino Solidario con toda la comarca, no particularizando en ningún pueblo, intentando asociar a todo su conjunto y evitar así centralizar en
ningún municipio y al tiempo excluir al resto de esta problemática sanitaria que es global de nuestra comarca.
Por tal motivo decidimos que el punto de salida sería el Hospital Comarcal de
la Sierra de Segura situado en Puente de Génave. Esta circunstancia obligaba a
realizar un trayecto aproximado de 140 km. dividido en 4 etapas hasta la ciudad
de Jaén, y todo ello por un recorrido sin señalización jacobea. Aquí las flechas amarillas
no estaban presentes y serían la información previa, los tracks de senderistas
o la mera información de los propios vecinos de las poblaciones que atravesábamos los que propiciaron la posibilidad de
acercarse a la capital jiennense para iniciar, ya con la pertinente
señalización, el Camino Mozárabe desde Jaén. Y lo hicimos de la mano del más
perfecto anfitrión que se pudiera tener, nos referimos a Jacinto Fuentes,
presidente de la Asociación Jacobea de Jaén, quien nos acompañó por la ciudad y
explicó todas las circunstancias que unen Jaén y el Camino de Santiago.Integrantes del Camino Solidario
Otro aspecto a considerar era el
tiempo de realización, que no podía exceder de 40 días debido a obligaciones
laborales, condicionando considerablemente la realización de las etapas y
planificación del kilometraje de las mismas, ya que íbamos a atravesar
provincias donde existe una importante dispersión poblacional y en el diseño de
las etapas debíamos compaginar siempre el factor distancia y el encontrar
poblaciones donde poder pernoctar. En ocasiones esto fue imposible y no tuvimos
más remedio que realizar etapas de poco más de veinte kilómetros, recorrido muy
inferior a la media de kilometraje que debíamos realizar, por lo que esas
etapas debían de compensarse con otras de alto kilometraje, incluso
sobrepasando la cuarentena de kilómetros en alguna ocasión.Actuaciones para conseguir el conocimiento
de la enfermedad del Insomnio Familiar Fatal
Otro factor fue el planteamiento de
dar visibilidad a la enfermedad, lo que obligaba a apoyarnos en las
instituciones públicas, básicamente ayuntamientos fijados como final de etapa o también en poblaciones importantes que
atravesábamos en el transcurso de alguna etapa, para así, utilizando como
altavoz a la institución municipal, que el conocimiento de la enfermedad pudiera llegar a sus
ciudadanos a través de las redes sociales o de los servicios de prensa. Esto
condicionó enormemente nuestra planificación diaria de etapas, al tener que
llegar a los ayuntamientos en horario de apertura, por lo que siempre debíamos condicionar la hora de salida al
kilometraje de cada etapa ya que la hora de llegada debía permanecer, por
cortesía a las autoridades municipales, entre las 13-14h.Recepción en el Ayuntamiento de Úbeda
Por regla general debemos destacar la
empatía y solidaridad mostrada por las diferentes corporaciones municipales, no
sólo en el aspecto de la recepción oficial que nos ofrecían sino por la total
colaboración en cuanto a ayuda personal. En aquellos lugares donde se disponía
de albergue o alojamiento no dudaron en ofrecernos su gratuidad, en los que no
contaban con dicha instalación, nos ofrecieron otro tipo de instalaciones como
hostales o pabellones deportivos, incluso llegamos a dormir en la sacristía
de una parroquia como último recurso ante la carencia de cualquier alternativa, y también en muchos lugares nos ofrecieron posibilidad de comer sin coste alguno.Agradecimiento al Ayuntamiento de Jaén
Pero si tenemos que hablar del Camino de Santiago, todos sabemos que el Camino lo hacen los peregrinos, que el Camino no es andar es convivir e interrelacionarse, es compartir pasos y experiencias y los primeros días de nuestra aventura estuvieron vacías de esa posibilidad, pero no cayeron en saco roto al servirnos de conocimiento mutuo de los que participábamos en esta aventura y avanzar en aspectos, que después fueron determinantes, de convivencia y compenetración. Había que avanzar en determinar funcionalidades dentro de un trabajo de equipo, evitando individualismos que perjudicaran al grupo y por lo tanto a los objetivos del proyecto que habíamos desarrollado. Los primeros peregrinos nos los encontramos camino ya de Baena en Córdoba, ya dentro del Camino Mozárabe que viene desde Almería, pero no pudimos empatizar mucho debido a que ellos, unos estadounidenses, abandonaban el Camino ese mismo día para volar a su país. En Espejo (Córdoba) si se dio esa posibilidad y en el Albergue Municipal pudimos convivir con un ciudadano ruso y una ciudadana holandesa que dominaba bien el castellano y con la que pudimos compartir visita a la localidad y cena en común. Allí empezamos a ver lo que es el Camino y como los corazones se abren en un intercambio continuo de particularidades personales que siempre enriquecen.
En realidad, ambiente propio de
Camino de Santiago, empezamos a vivirlo a partir de Mérida. Allí confluyen el
Mozárabe y la Vía de la Plata desde Sevilla y la afluencia de peregrinos fue
mayor. Allí, los que teníamos experiencia en el Camino empezamos a vivir un
camino más abierto a otros peregrinos y los que no tenían esa experiencia de
nuestro grupo empezaron a comprender que dimensión tiene el Camino de Santiago.
Allí conocimos a John, un auténtico vaquero de Dakota del Sur que venía desde
Alcaracejos caminando con sus botas camperas y su típico atuendo de vaquero.
Evidentemente los pies los llevaba destrozados y tanto Juanfer como yo nos
pusimos manos a la obra para poder curar esos maltrechos pies y darle unos
consejos que, afortunadamente, permitieron a nuestro querido John poder entrar
en Obradorio junto a nosotros. También conectamos de forma más especial con
Raquel, inglesa cuya simpatía nos sirvió de perfecta embajadora del puro
optimismo ante las dificultades y de Thommas, un escocés que encontramos en Alcuéscar y
empatizó de tal forma con nosotros que no se cansó de divulgar nuestro proyecto
a todo aquel que el idioma pudiera ser un obstáculo. Antes de llegar a Mérida
debemos constatar un punto negro en el Camino que es la salida de Don Benito,
una vez atravesada la plaza de toros, hay un puente sin arcén en cambio de
rasante sobre las vías del tren sobre una carretera nacional que soporta enorme
tráfico en un corto trayecto enormemente peligroso. Se hace urgente algún tipo de medida porque clamaría al cielo que se
pusieran alternativas después de que ocurra una desgracia. También el paso por
Torrefresneda es peligrosísimo. Nosotros teníamos referencia y lo evitamos al
seguir la variante de Yelbes que debe cruzar el río Búrdalo, lo hicimos
descalzándonos, aunque creemos sería muy fácil poner una pasarela sobre este río
que haría más corto el recorrido y evitar así el enorme peligro al circular durante
casi 5 km. por el arcén de una carretera nacional con enorme tráfico.Cruzando el río Búrdalo cerca de Mérida
................................continuará......
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